«Katrina» devasta el sur de Estados Unidos y causa centenares de muertos

«Devastador». Con este calificativo pasará a la historia el huracán Katrina tras la estela de destrución que ha dejado en Luisiana, Misisipi y Alabama. Los datos oficiales confirmaba anoche al menos 70 víctimas mortales, pero las autoridades temen cientos de muertos. La tragedia se hacía más dura aún en el estado de Misisippi, donde hay confirmadas que han muerto 55 personas -de las cuales 30 perecieron en el derrume de un edificio en Biloxi- , mientras la ciudad de Nueva Orleáns, con el 80% de su superficie bajo las aguas. Harley Burley, gobernador de Misisipi, admitía en una entrevista a la cadena NBC desconocer la magnitud de la tragedia, debido a la imposibilidad de acceder a determinadas zonas de la costa. «Sólo en el condado de Harrison se han denunciado de 50 a 80 muertes, aunque no son datos oficiales. Odio decir esto, pero creo que nos enfrentamos a un verdadero desastre en pérdidas humanas», declaró. Ante la magnitud de la tragedia el presidente George W. Bush adelantó el regreso de sus vacaciones para coordinar desde Washington la ayuda de urgencia a la zonas afectadas. «Los gobiernos federal, estatales y locales están trabajando juntos para hacer todo lo posible para ayudar a la gente a levantarse», dijo Bush desde la base naval de San Diego. «Y tenemos mucho trabajo que hacer». De momento 6.000 guardias nacionales han sido enviados a los estados de Florida, Lousiana, Alabama y Misisipi. Aún así, el líder republicano ha apelado a la conciencia ciudadana, tanto para solicitar sus manos, como sus bolsillos «Necesitamos dinero para esta tragedia». Las pérdidas materiales también han sido importantes en el estado de Misisipi. Las olas de ocho metros y medio que golpearon la costa del estado y dejaron reducido a escombros algunas áreas. El gobernador, que visitó las zonas devastadas en helicópteros, ha prometido a la población reconstruir todo: «No va a ser fácil, pero lo conseguiremos». Por su parte el estado de Nueva Orleáns trata de recuperar la calma, tras el paso del Katrina por su territorio. Aún así, los datos son preocupantes. Más del 80% de la ciudad se encuentra inundada, y el nivel del agua sigue creciendo. Además, las autoridades tratan de controlar una rotura producida en un dique de un canal adyacente a la ciudad, que amenaza con agravar la situación. La policía ha pedido a los habitantes que no regresen a sus casas hasta que todo esté bajo control: «No queremos que nadie vuelva a la ciudad, estamos tratando de hacer lo mejor en una de las peores situaciones, por eso pedimos la cooperación de la gente»-declaró el jefe de la policía local, Eddie Compass. Los habitantes por su parte resisten la tentación de volver a casa, a pesar de que incluso de las dificultades en sus refugios provisionales. Buena muestra de ello es el estadio Superdomo, donde más de 10.000 personas permanecen recluidas. El centro deportivo no ha podido resistir el envite de los vientos, que llegaron a alcanzar los 200 kilómetros por hora, y ha sufrido daños en el techo y en las gradas. Además, los ciudadanos se quejan de problemas de insalubridad y de fuertes olores. Otra razón entre los evacuados para regresar a sus hogares, son los posibles saqueos de las casas. Según medios de comunicación estadounidenses, varias personas han sido ya arrestadas. Pérdidas económicas Katrina puede resultar uno de los huracanes más caros de la historia para las compañías de seguros, y los daños causados tendrán otras consecuencias económicas. El ciclón va a costar a las aseguradoras entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, según estimó este martes la número uno del mundo en el ramo, el grupo alemán Munich Réon estas cifras, Katrina se convertiría en el huracán más costoso desde que Andrew castigara el sur de Florida en 1992. Para los aseguradores, los daños registrados en la primera mitad de este año se acercan a las cifras registrados durante todo el 2004, cuando cuatro huracanes les ocasionaron pérdidas por 23.000 millones de dólares. Algunas oficinas de evaluación de riesgos han revisado ligeramente a la baja sus estimaciones, al asumir que no ha ocurrido lo peor, puesto que Katrina no golpeó de lleno a Nueva Orleáns. Una de ellas, Eqecat, calculó los daños entre 9.000 y 16.000 millones de dólares. De modo que, en cualquier caso, el coste va a resultar muy elevado». «El 75% de las pérdidas aseguradas corresponden a particulares y el resto, son daños comerciales o industriales», estimó David Smith, director de investigación de Eqecat. Y es que los más perjudicados por el huracán son las personas que han visto desaparecer sus viviendas, principalmente en Nueva Orleáns, una ciudad construida en buena parte por debajo del nivel del mar. Muchos sectores de la economía están en peligro de sufrir también, no sólo en la región del desastre. «El efecto más inmediato de Katrina ha sido impulsar el precio del petróleo a un nuevo récord», señaló la firma Global Insight en un primer análisis. Pero otros sectores como el turismo también pueden sufrir, porque Nueva Orleáns es el destino favorito de numerosos viajeros y organizadores de congresos. El principal responsable de este desastre económico lo tiene el cierre de las refinerías petroleras situadas en el golfo de México, tras ser declarada esta zona en estado de emergencia. En la jornada del Martes, la principal consecuencia era el encarecimiento del barril de petróleo.