Bush promete ayudas mientras llegan las primeras donaciones

Agentes de la policía patrullan la ciudad estadounidense de Nueva Orleans para evitar los saqueos de hogares y negocios afectados por el huracán Katrina , un delito que las autoridades amenazan con castigar con dureza. Los medios de comunicación locales informan de que ya se han producido varios arrestos por casos de pillaje en supermercados, farmacias, viviendas privadas e incluso en cajeros automáticos, y recogen las denuncias efectuadas por los habitantes afectados. La policía patrulla con armas las principales calles de la ciudad para evitar los saqueos, un problema que ya se ha extendido también al estado de Misisipi. El gobernador de este estado, Haley Barbour, ha advertido de que no se va a tolerar que unos delincuentes saquen provecho de la gente afectada por el huracán. «He dado instrucciones a la patrulla de autopistas y a la Guardia Nacional para que traten a los saqueadores sin piedad», según Barbour.