El gas no encandila en El Bierzo

En medios técnicos y en círculos sindicales relacionados directamente con la actividad energética de Endesa en el Bierzo la noticia de que Gas Natural vaya a quedarse con la central de Compostilla II no es que produzca una especial emoción. Para buena parte de las fuentes consultadas, incluso se consideraría mejor opción -sin ser buena- la de Iberdrola, cuyo compromiso con Gas Natural en caso de prosperar la Opa sólo contempla la adquisición de las térmicas de As Pontes y Teruel. La vocación exclusivamente gasística de la compañía que controla La Caixa no es la mejor vitola de presentación para la actividad carbonera. Pero todas estas consideraciones, trufadas de un exacerbado tono de precaución y cautela, están sideralmente distantes de las manifestaciones abiertamente agoreras, por ejemplo, del presidente de la Diputación de León, Javier García-Prieto, que ha colocado ya la esquela al sector carbonero. Aunque bien es cierto que el complejo de Cubillos del Sil se convertiría prácticamente en una «isla» en los dominios peninsulares de Gas Natural, dado que al quedarse Iberdrola con As Pontes y Teruel -las mayores térmicas de Endesa-, la compañía resultante de la opa sólo mantendría otra térmica, la de Almería, aunque ésta alimentada con mineral de importación. ZP cotiza En la balanza del sosegamiento frente a un hipotético triunfo de la opa casi nadie duda del peso, a corto y medio plazo, de los acuerdos del Plan del Carbón. Con este enfoque más optimista, la producción de las minas del Bierzo y Laciana estaría garantizada, y por ende sus puestos de trabajo y la actividad térmica de Compostilla II. En este punto, además, ha empezado a correr cada vez con mayor profusión de detalles la noticia que atribuiría al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un interés específico por el tratamiento que la térmica berciana recibiría en el marco de la futura actividad del conglomerado energético. De tal modo que según estas versiones oficiosas, el propio jefe del Ejecutivo habría tenido mucho que ver, al conocer la operación, en la decisión de que Compostilla no se incluyera en el acuerdo de compra de activos por parte de Iberdrola . La vocación gasística de la compañía que ha lanzado la opa sobre Endesa se contempla con mayor recelo en un horizonte algo más lejano, tanto político como económico. «La transformación de Compostilla al gas se irá realizando de forma paulatina», anticipa con rotundidad un miembro del comité de empresa. Con la misma intensidad se registra el grado de incertidumbre general sobre el porvenir de la operación. Fuentes que en las últimas horas han estado en contacto directo con el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y con el consejero delegado, Rafael Miranda, constatan que la oferta ha sido encajada con absoluta hostilidad y que habrá una defensa que prolongará el desenlace de la historia «hasta más o menos lo que dura un embarazo». A la espera Sin ser expertos en el parqué, el hecho de que la cotización de la eléctrica se haya disparado hasta acariciar la prima que ofrece Gas Natural se contempla como un factor disuasorio para la venta por parte de los accionistas. Pero en la propia alta dirección de Endesa parece que existe la certeza que la gasística se «guarda dos o tres euros en el bolsillo» para incrementar el su propuesta inicial. En clave política, la mayoría de los informantes pulsados por este periódico se abstiene de entrar en mayores elucubraciones, al menos públicas. Máxime cuando la lectura que se está realizando desde las principales formaciones en la provincia de León no contempla ni los constrastes ni las medias tintas. Acerca de la oposición que por ejemplo el Gobierno aragonés ya ha expresado hacia la Opa, sí que se introduce un matiz. Y es que en este caso la central de Teruel no sólo se ventilaría el futuro de su plantilla ligada a la generación, sino de los trabajadores que Endesa mantiene directamente en la actividad extractiva, y un buen número de inversiones industriales.