La Generalitat niega que la muerte de un detenido se deba a una negligencia policial

La Generalitat atribuyó ayer el fallecimiento de un hombre en Barcelona poco después de ser detenido por los Mossos d'Esquadra a una «alteración médica» y rechazó que la policía autonómica hubiera actuado de forma «irregular». El Gobierno catalán, el juzgado de guardia y los mandos de los Mossos d'Esquadra abrirán una investigación para aclarar el caso. Según la versión de la policía autonómica, en la madrugada del jueves varias personas llamaron a la policía para advertir que un hombre ebrio estaba poniendo en peligro el tráfico y su vida al cruzar la Meridiana, una vía muy transitada de Barcelona. Carlos Antonio S. G., de 32 años, huyó para evitar su apresamiento. Los Mossos le detuvieron e intentaron tranquilizarlo. Carlos Antonio S.G. se enfrentó a los agentes y les mordió. Tras el forcejeo, los policías autonómicos consiguieron reducirle y detenerle bajo la acusación de un delito contra la seguridad del tráfico viario y otro de resistencia y desobediencia a la autoridad. Tras su detención, el alborotador pareció «quedarse como dormido» y los agentes se dieron cuenta de que había sufrido una parada cardiorrespiratoria por lo que llamaron a una ambulancia que le trasladó al hospital, donde certificaron su muerte.