Para el 2006 se espera una subida-puente del 3,5%, acorde con las previsiones de inflación
A la espera de la nueva revisión de valores catastrales el Ayuntamiento de León subió este año un 2% los recibos del IBI, adecuándolos al IPC, lo que para el equipo municipal de gobierno supone congelarlos y para la oposición una subida sin más. La polémica se repite todos los años con largas discusiones sobre si la presión fiscal sube o sólo se mantiene. Según el concejal de Hacienda, Francisco Saurina, en todo caso se trata de que las arcas municipales mantengan sus ingresos en términos de euros o unidades monetarias constantes para, a su vez, poder hacer frente al encarecimiento de los salarios del funcionariado y de los servicios que se prestan al ciudadano. La última campaña del IBI finalizó el pasado mes de mayor y se anuncia ya que para la próxima el incremento de los recibos se situará en torno al 3,5%, duplicando subidas anteriores, pero también ajustándose a los índices reales de inflación. «Son actualizaciones automáticas que dependen de Hacienda para todos los ayuntamientos y que nosotros nos limitamos a ratificar definitivamente en el Pleno». Este tipo de revisiones anuales y practicamente automáticas son, en todo caso, previas al próximo catastrazo , para el que se prevé una batalla política mucho más dura, independientemente de qué partido político esté en la alcaldía o en la oposición. Según Saurina, las subidas que se están aplicando ahora son sólo un «puente» hasta que se establezca un nuevo marco o base de cotización, que, a su vez, deberá ser matizado en índices de gravamen por barrios, bonificaciones, etcétera, además de aplicarse de forma gradual durante varios ejercicios fiscales. Se trata de hacer lo menos impopular posible al IBI de cara a las futuras elecciones.