Alerta, riesgo elevado

Ocho de cada cien leoneses sufrirán antes de diez años un ataque al corazón. Dos de cada cien morirán a causa de alguna enfermedad cardiovascular si antes no se eliminan los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular que ahora padece el 30% de la población leonesa y que gerena un riesgo elevado de morir de estas patologías en el 6% de los bercianos (y el 3% de los leoneses) mayores de 60 años. Así más de doce mil leoneses tienen un riesgo elevado de morir de un ataque al corazón antes de que transcurra una década y más de treinta mil de padecer una infarto en ese período. Lo dicen los más de doscientos expertos de la provincia que han participado en el macroestudio sobre la enfermedad cardiovascular en León y para el que se han recogido datos de más de setecientos informes de otros tantos leoneses. Estos estudios revelan que más del 32% de la población leonesa padece hipertensión, el factor de riesgo que más preocupa a los expertos. El doctor Tomás Vega Alonso, que ayer presentó el estudio epidemiológico en el transcurso de una jornada científica a la que asistieron más de doscientos profesionales de la comunidad, precisó que «todos los factores de riesgo son preocupantes porque cada uno tiene un impacto muy severo sobre las enfermedades cardiovaculares», pero especialmente la hipertensión arterial porque los ciudanos no tienen conciencia de que se trata de una enfermedad. «No son conscientes del riesgo que genera para su salud cardiovascular», explicó este experto, responsable del Observatorio de Salud Pública y coordinador del estudio en el que han participado más de quinientos facultativos. El estudio más amplio El estudio epidemiológico, el más amplio realizado nunca, sirve para confirmar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la comunidad ya que están detrás del 35% de los decesos, así mismo son la primera causa de estancia hospitalaria (más del 13% de los ingresos y el 12% de las estancias) y juegan un papel importantísimo en la tasa de dependientes ya que el 20% de quienes padecen un accidente cerebrovascular tienen como secuela una total dependencia. Estas cifras sitúan, no obstante, a Castilla y León en la zona moderada del país, por debajo de una grana parte de los territorios. Pero, además el informe pone de relieve otros datos ignorados y que son más importantes porque pueden incidir en la prevención tanto de la incidencia de las patologías cardiovasculares como de la mortalidad de los pacientes. Analizando los análisis clínicos y las pruebas tomadas a los más de setecientos pacientes incluidos en el estudio se puede concluir que el 30% de los leoneses tienen algún factor de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, una tasa que se incrementa de forma exponencial con la edad y que preocupa especialmente en la provincia por la alta tasa de envejecimiento. Y para la reflexión, y la actuación, los facultativos dejan algunos datos muy significativos. El 33% de los leoneses y un 32% de los bercianos (el estudio pormenoriza los datos de las dos áreas de salud de la provincia) padecen hipertensión arterial, el 9% de los bercianos y casi un 5% de los leoneses tienen diabetes, en la mayoría de los casos no diagnosticada. Esta cifra se eleva hasta el 38% en todo el ámbito territorial del estudio lo que significa, precisan los expertos, que más de ochocientos mil castellanos o leoneses tienen esta patología. Hay más hipertensión, señalan además, en León, Ponferrada o Palencia que en el resto de la comunidad. Otro de los factores esenciales para la prevención, el tabaquismo tiene también datos alarmantes. Hasta un 23% de la población consume cigarrillos y un 13% de estos fumadores consume más de dos cajetillas diarias. Aunque en casi todo los factores de riesgo León se sitúa por encima de la media nacional, por la alta tasa de envejecimiento demográfico, es precisamente en el hábito tabáquico donde la comunidad presenta unos mejores ratios, con menos población fumadora que en el resto del país, «también por la edad», precisa Tomás Vega. La conclusión, sin embargo, no es tan positiva ya que el 9,39% de la población general (mayores de 15 años) de León y el 24,89% de los varones bercianos tienen un riesgo elevado de morir como consecuencia de una enfermedad cardiovascular antes de una década. Para la reflexión El estudio epidemiológico servirá ahora para diseñar la estrategia de actuación de la reducción de las tasas de enfermedades cardiovasculares, un programa en el que se incidirá en la prevención tanto primaria (reducir los factores de riesgo) como terciaria (evitar la repetición de los accidentes cardiovasculares en quienes ya los han padecido». La Junta invertirá 757 millones de euros en esta estrategia de la que el consejero destacó la colaboración de los profesionales como su principal baza tanto para su diseño y aplicación e insistió en que la coordinación entre las estructurales asistenciales es esencial.