PP y PSOE utilizan el atentado para echarse en cara sus posiciones ante ETA

Socialistas y populares condenaron el atentado perpetrado por ETA en Ávila la noche del sábado, pero a partir de esa repulsa sólo expresaron discrepancias. Los dos primeros partidos aprovecharon la última acción de la banda para echarse mutuamente en cara sus posiciones ante la banda. El PSOE insistió en que se acerca el fin de la violencia, aunque advirtió que ETA mantiene su capacidad operativa, y el PP acusó al Ejecutivo de estar dado un «balón de oxígeno» a los terroristas con sus apelaciones al diálogo y la esperanza. «A ETA hay que derrotarla con eficacia policial y desde la ley, y no desde el diálogo con los asesinos», afirmó el secretario general del PP, Ángel Acebes, quien señaló que el coche bomba que la banda hizo estallar en un polígono industrial de la ciudad castellana «es un ejemplo de que con los criminales no caben ofertas de negociación». Posición rencorosa Las palabras de los dirigentes del PP provocaron la indignación en el PSOE, que acusó al primer partido de la oposición de utilizar la política antiterrorista con fines partidistas. Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz parlamentario socialista, reprochó al PP haber subido «un peldaño más» en esa estrategia de confrontación y acusó a sus dirigentes de estar más dedicados a la crítica al Gobierno que a la denuncia de la última acción de ETA.