Condenan a la parricida de Melilla a 84 años por envenenar a su familia
La Audiencia Provincial de Málaga en Melilla condenó ayer a Francisca Ballesteros Maravilla, de 36 años, a una pena de cárcel de 84 años por envenenar y causar la muerte de su marido Antonio González y de sus dos hijas -Sandra, de 15 años, y Florinda, de cinco meses de edad- así como por intentar asesinar a su hijo Antonio, de 12 años, sin conseguirlo finalmente. La sentencia respeta de este modo la petición solicitada por el fiscal en las conclusiones finales, después de que elevara de 79 a 84 años la pena de cárcel contra la acusada por suministrar medicamentos en la comida y bebida de su marido e hijas hasta provocarles la muerte. El fallo condena a Francisca Ballesteros por un delito de asesinato con alevosía contra su marido, que fue envenenado con el medicamento Colme y los sedantes Zolpidem y Bromazepan desde agosto de 2003 hasta enero de 2004, fecha en la que falleció, justo un mes antes de que la acusada visitara en Tenerife a su amante conocido por Internet y hablaran de futuros planes de boda.