«Hay convenios pendientes en minería y oficinas desde hace más de año y medio»
Más de 2.000 trabajadores leoneses llevan uno, dos años o más sin convenio colectivo, con la correspondiente pérdida de poder adquisitivo en sus salarios. Según UGT, por colectivos destaca la plantilla de la Hullera Vasco-Leonesa, que teóricamente cuenta con 800 empleados, pero mantiene una nómina muy superior con no pocas subcontratas, algunas a nombre de empresas extranjeras con contrataciones laborales mayoritariamente a nombre de mineros inmigrantes de países de Este europeo y niveles salariales mucho más bajos que los de León. Las negociaciones están paralizadas desde primeros del 2004. En parecida situación, o aún peor, se encuentran los trabajadores del subsector de Despachos y Oficinas, que nuna han logrado un convenio propio y hasta hace poco se regían, por extensión, por el de Burgos. Según Ramón Sánchez, secretario provincial de UGT, ahora todos los tiempos de negociación se han agotado y teóricamente los trabajadores vuelven a acogerse a los mínimos de la normativa general, «aunque otra cosa es lo que paguen en la realidad las empresas, que suelen ser despachos de abogados, de arquitectos y no pocas gestorías laborales, de modo que puede decirse sobre éstas últimas aquello de que en casa del herrero cuchillo de palo». En el mismo paquete sin más cobertura que los mínimos del Estatuto de los Trabajadores figuran también los grupos de funerarias (con un centenar de empleados, menos los de la empresa municipal Serfunle, que tienen convenio propio), los de cines y espectáculos y los de empresas de productos agríxulas manufacturados o envasados, que suman casi otro millar en empleos de temporada. Demasiados beneficios En una nota difundida a nivel nacional para que, a su vez, la hagan pública, todas sus federaciones regionales y provinciales UGT achaca el exceso de inflación a la crisis del petróleo y a lo elevado del margen de beneficios de las empresas de servicios, «donde el petróleo tiene poco que ver». De acuerdo con el mismo comunicado los beneficios empresariales se han disparado durante el último año hasta un 9,4%, mientras que los costes salariales lo han hecho en apenas un 2,4%, «lo que refleja la moderación en el crecimiento de los salarios, algo característico de nuestra economía desde hace años, y que constituye el único factosr que está comportándose de forma adecuada para reducir nuestra inflación al entorno del 2% de forma estable». «Situaciones completamente ajenas a las leyes de la competencia o a los precios del petróleo», se añade, «están permitiendo a las empresas elevar sus márgenes de beneficio a través de incrementos en los precios que no se justifican por la evolución de sus costes laborales o de cualquier tipo».