Rajoy acusa al presidente de avalar la segregación de Cataluña
El líder de la oposición culpó al presidente del Gobierno de avalar la segregación de Cataluña de España con su respaldo a la reforma del Estatuto. Mariano Rajoy sostuvo que la aprobación del proyecto en el Parlamento autonómico ha abierto «un momento trascendente para España», que se enfrenta a «una crisis muy importante» cuya solución pasa por un adelanto de las elecciones para que «todos» los españoles se pronuncien sobre las aspiraciones de autogobierno de los catalanes. Rajoy dedicó la clausura de unas jornadas sobre el agua de su partido para pronunciarse sobre la reforma del Estatuto de Cataluña y lo hizo en términos muy duros. Advirtió que no iba a ser «catastrofista» y que tampoco iba a ir «contra nadie», pero describió un panorama desolador y descargó todo tipo de culpas sobre el presidente del Gobierno. Rodríguez Zapatero, dijo, ha sido «el impulsor» de una reforma que llevará a que «la soberanía nacional quede troceada» porque la modificación estatutaria «separa a Cataluña de España». El jefe del Ejecutivo, prosiguió, también es «el responsable» de que el proyecto aprobado por el Parlamento catalán sea una reforma constitucional «encubierta». Es asimismo el culpable de la ruptura «del consenso constitucional» y la quiebra del «modelo de Estado». Mentiras Por todo esto, Rajoy reclamó «la convocatoria inmediata de elecciones generales» para que «43 millones de españoles» opinen sobre una reforma «de este calado» y con la que Rodríguez Zapatero ha mentido «a los españoles y concretamente a los que dieron su apoyo» al PSOE porque no figuraba en su programa electoral. Una consulta en las urnas de ese tipo, pronosticó, demostraría que «un irresponsable, por muy presidente del Gobierno que sea, no va a ganar a la inmensa mayoría de los españoles». El líder del PP consideró, además, que el jefe del Ejecutivo es prisionero de sus palabras porque en la campaña de las elecciones del 14 de marzo de 2004 se comprometió a apoyar «cualquier cosa» que aprobara el Parlamento de Cataluña y ahora, las fuerzas catalanas «se lo exigen». Rodríguez Zapatero, en opinión de Rajoy, está atrapado porque si el Congreso reforma el proyecto «incumplirá su palabra», generará «frustración» en «parte» de la sociedad catalana y «algunos atizarán el descontento» para alimentar la tensión. Mientras que si es fiel a su promesa, «liquidará lo que nos ha unido durante tanto tiempo», en referencia a la unidad de España.