El Gobierno reconoce que Rabat no acepta devoluciones masivas

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo ayer que se está «trabajando intensamente» con Marruecos para aplicar el acuerdo de devolución de subsaharianos suscrito en marzo de 1992 y que Rabat ha incumplido de forma sistemática durante estos trece años. «Hay resultados y se ha empezado a utilizar para las salidas extraordinarias», añadió, en referencia a los 72 africanos expulsados desde la península a Tánger. No obstante, matizó que no servirá para hacer devoluciones masivas de clandestinos, sino que serán repatriaciones «singularizadas», atendiendo a cada caso y lugar de origen. De la Vega anunció que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajará el lunes a Marruecos para negociar un nuevo convenio de cooperación en materia de inmigración. Más eficacia y seguridad Consistirá en un incremento de los protocolos conjuntos de actuación en las fronteras, que aumentarán la «eficacia y la seguridad», la puesta en marcha de nuevas medidas para combatir a las mafias que trafican con seres humanos y la mejora del tratamiento de los inmigrantes. La portavoz del Gobierno aseguró que Marruecos ha dado «todas las garantías» de que los subsaharianos repatriados recibirán un trato de acuerdo con la legalidad y humanitario. «Marruecos tiene sus protocolos de respeto a los derechos humanos», afirmó. Recordó que Rabat ha abierto una investigación para aclarar las seis muertes del jueves. Por otra parte, el embajador marroquí ante la Unión Europea, Menouar Alem, lamentó ayer que la Unión no ejerza una mayor presión sobre Argelia para que contenga el actual flujo de inmigrantes clandestinos subsaharianos y que «cierre los ojos» ante sus países de origen.