El agresor apuñaló con un cuchillo de cocina a todas las mujeres con las que se cruzó
Un perturbado mata a una mujer y agrede a otras tres y a un bebé en Murcia
La primeras investigaciones apuntaban a un arrebato de locura como móvil del crimen
Un joven magrebí de 25 años fue detenido ayer por la Guardia Civil como supuesto autor de la muerte de una mujer de 24 años a las que según las primeras hipótesis apuñaló en plena calle dominado por un arrebato de locura que le llevó además a herir a otras cuatro, incluido un bebé, en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, informaron fuentes del Gobierno regional. Los hechos ocurrieron en torno a las nueve de la noche del jueves en pleno centro de Caravaca donde el presunto agresor atacó con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones a las víctimas. Con él consiguió herir a dos mujeres, una adolescente de 13 años, y a un bebé. Pocos después, el agresor alcanzó a María del Carmen S.M, que volvía de trabajar en una tienda, y a la que hirió mortalmente. La joven de 24 años se refugió tras el ataque en un portal en la calle Lope de Vega, 13, y allí expiró debido a una fuerte hemorragia provocada por un corte que le pudo afectar la arteria ilíaca o la femoral, según las fuentes informantes. Su cuerpo fue trasladado al centro médico para no especificado para practicarle la autopsia. El supuesto autor, vecino de la localidad burgalesa de Orbaneja del Castillo, fue detenido tras los hechos y trasladado al hospital Morales Messeguer de Murcia para ser atendido en este centro de las heridas leves que sufrió en las manos al forcejear con una de las mujeres. Recuperación de los heridos Las otras cuatro víctimas se recuperaban ayer de sus heridas y al cierre de esta edición dos de las tres mujeres ingresadas en el centro hospitalario ya habían sido dadas de alta. El suceso mantenía ayer en estado de alerta a las autoridades locales de Caravaca, que ayer decretaron tres días de luto, y en la que viven una nutrida comunidad de inmigrantes. El alcalde, Domingo Aranda, aseguró que el suceso «no tiene ninguna explicación» por lo que «espera y desea» que este dramático hecho no altere la convivencia entre los vecinos, muchos de ellos inmigrantes.