Diario de León

| Crónica | La repatriación de los senegaleses |

El avión de la vergüenza

La prensa de Senegal denuncia la situación de los repatriados, mientras su gobierno alaba el trato dispensado por Marruecos

Algunos de los inmigrantes ilegales deportados a Senegal esperan después de aterrizar en Dakar

Algunos de los inmigrantes ilegales deportados a Senegal esperan después de aterrizar en Dakar

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Europa Press | madrid

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La prensa senegalesa se hizo eco ayer del primer avión con el que Marruecos repatrió ayer a 140 inmigrantes ilegales senegaleses a su «punto de partida», relatando los historias de algunas de estas personas que no consiguieron su «sueño» de llegar a Europa a través de la frontera española en Ceuta y Melilla. «El avión de la vergüenza aterriza por fin con 140 seres humanos a bordo», titula L'Observateur , ilustrando la salida del avión de Royal Air Maroc que ayer aterrizó en Rabat de los repatriados senegaleses «con edades comprendidas entre los 19 y los 40 años y originarios de todas las regiones de Senegal», «vestidos con ropas de abrigo que no han sido lavadas desde hace siglos, como lo atestigua el olor pestilente que desprenden». Estos repatriados, destaca, «llevan en su alma y en sus carnes las angustias del calvario que acaban de vivir». Según relata el diario, muchos de los senegaleses deportados por Marruecos se encontraban en prisión tras haber sido detenidos por su presencia ilegal en el país y «conscientes de que tras las personas detenidas en la frontera» (española) a las que se trasladó en autobuses hacia la frontera con Argelia y se las dejó sin agua ni alimentos, «sería su turno, pidieron ayuda a Senegal». Todos ellos, añade, cuentan las mismas «historias dolorosas de las prisiones marroquíes». Para Le Quotidien , la repatriación de ayer supone «una vuelta al punto de partida» para estos «aventureros del desierto». El periódico recoge el testimonio de dos de los repatriados, uno de los cuales resultó herido en la rodilla durante «el ataque» a la frontera española y que afirma que «desde hace mucho tiempo no ha recibido los cuidados necesarios». «Como animales» Su compañero de fatigas, de 23 años, asegura por su parte: «Sufrimos mucho en la frontera española y a continuación en el desierto. Fue todavía peor ya que los guardias fronterizos marroquíes nos enviaban de vuelta a la frontera argelina, e inmediatamente después estos hacían lo mismo, como si fuéramos animales a los que la gente no quería». Por su parte, el diario Walfadjri también coincide en que la repatriación prevista de 600 senegaleses por Marruecos -país que califica de «verdadera puerta de entrada hacia el Viejo Continente»- «tras toparse con las barreras de la frontera española, supone la vuelta al punto de partida». El diario destaca que, «con la excepción notable de la repatriación de un millar de nigerianos en el 2003, Marruecos se contenta habitualmente con dejar a los inmigrantes en el desierto, en la frontera argelina». «Estamos contentos de volver a nuestras casas porque aquí (en Marruecos) hay muchos problemas», relató al rotativo antes de tomar el avión de regreso a Dakar un joven de 26 años que aseguró que este había sido su tercer y último intento de entrar en España. «Expresamos nuestra satisfacción por la calidad de nuestra colaboración en el ámbito de la migración» Declaración conjunta

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