El Gobierno estudia llamar a Cataluña «comunidad», «realidad» o «entidad»

«Entidad nacional», «comunidad nacional» y «realidad nacional» son tres de las ocho «fórmulas» por las que, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se podría sustituir el término «nación» para denominar a Cataluña, respetando las «sensibilidades» de los catalanes y del resto de españoles. El Gobierno negociará la fórmula finalmente escogida con el Ejecutivo tripartito catalán y con CiU antes de que el texto llegue al Congreso para evitar un colapso del debate. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, habló también ayer de «fórmulas» aunque eludió concretar ninguna. Algo que sí hizo la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, que explicó que las tres citadas son algunas de las opciones que se estudian. «Lo lógico es que haya un acuerdo y que sea respetuoso con el artículo 2 de la Constitución», dijo Fernández de la Vega. Lo que parece claro es que el Congreso no aceptará en ningún caso el término «nación», tal y como figura en el proyecto de Estatut. El propio Josep Bargalló, primer conseller de la Generalitat, admitió ayer que se podría admitir una denominación «literalmente más cómoda» para que sea aceptada por el Congreso. Menos conciliador se mostró el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, que amenazó con retirar el texto del Congreso si se intenta «recortar su contenido. Carod opinó sobre otro posible término alternativo a «nación» que sería el de «país». «No me suena mal, pero ¿de verdad todos los problemas de España son saber lo que es Cataluña?», se preguntó con ironía. El presidente de CiU, Artur Mas, adelantó que su partido rechazaría que se definiera a Cataluña como «entidad, realidad o comunidad nacional». De la Vega afrimó que el Gobierno «toma buena nota» de los abucheos que una parte del público asistente al desfile del Día de la Fiesta Nacional, dedicó a Zapatero, aunque aseguró que las «quejas» fueron protagonizadas por «una minoría». Reveló también que ha hablado sobre el Estatut con el presidente del PP, Mariano Rajoy, a quien trasladó el mensaje de que ante el Estatut los populares pueden sumarse a la mayoría para debatir y «llegar a un acuerdo» o seguir «quedándose solos». Pero Rajoy dejó claro que el acuerdo es imposible cuando chó de «irresponsable» a Zapatero y calificó de «burla» y «cachondeo» su alusión a ocho fórmulas posibles. El debate se complicó ayer un poco más después de que el presidente del PP catalán, Josep Piqué, admitiera que «Cataluña tiene rasgos característicos de nación desde un punto de vista cultural, de percepción propia, de historia» aunque «también lo es España desde esta perspectiva y probablemente con rasgos muy fuertes». Al margen de la denomina-ción, fuentes socialistas añaden que la clave puede estar en los añadidos que se hagan al término finalmente elegido. En este sentido, el catedrático de derecho Constitucioal y di-putado del PSOE, Diego López Garrido, expresó hace tiempo a La Voz su opinión de que podría aceptarse que Cataluña se denomine a sí misma como nación pero sólo si a continuación se especifica en el mismo artículo del Estatut que Cataluña está jurídicamente vinculada a la Constitución española, ante la que es una «nacionalidad». «País no suena mal, pero ¿de verdad todos los problemas de España son saber lo que es Cataluña?» J.L. CAROD-ROVIRA Secretario general de ERC