Aseguran que los «sin papeles» fueron enviados a la zona más peligrosa del muro del Sáhara
El Polisario acusa a Rabat de expulsar «a punta de fusil» a 80 inmigrantes
Marruecos se prepara a iniciar otro puente aéreo tras repatriar a 1.600 sin papeles
El representante del Frente Polisario en Tenerife, Hamdi Mansor, acusó ayer al Reino de Marruecos de expulsar de su territorio, y «a punta de fusil», a 80 inmigrantes irregulares subsaharianos deportados de Ceuta y Melilla en Farsia, en el Sáhara Occidental. Farsia está considerada una de las zonas más peligrosas del muro de contención de 2.500 kilómetros que divide esta parte del Sáhara a causa del alto número de minas que hay enterradas bajo la arena. Los saharauis la denominan «la franja roja». Según Mansor, los inmigrantes fueron expulsados con el objeto de que fueran recogidos por el contingente de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso) que está destacado en la zona, aunque la expulsión se produjo a altas horas de la noche, lo que puso en riesgo la vida de todos ellos. La llegada de los irregulares coincidió con la visita del representante especial de Naciones Unidas para el Sáhara, el diplomático holandés Peter van Walsum, con el presidente del Frente Polisario, Mohammed Abdelaziz, aunque no se sabe qué se trató en esta reunión. Mandi Mansor calificó esta expulsión de «nuevo atentado a los Derechos Humanos» y avanzó que el casi centenar de subsaharianos que actualmente están refugiados en los campamentos serán entregados a las fuerzas destacadas de la Minurso. El líder del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, ya ha pedido a la ONU que actúe «urgentemente» para poner fin a las «prácticas» de tipo «criminal» del Gobierno marroquí con los inmigrantes irregulares subsaharianos. Más repatriaciones Marruecos, que ayer ha terminado de repatriar a 1.600 inmigrantes senegaleses y malíes desde la ciudad norteña de Oujda, se prepara para iniciar un nuevo puente aéreo con el que enviar a sus países de origen a los centenares de subsaharianos sin papeles concentrados desde el lunes en distintas localidades cercanas al Sáhara Occidental. Las autoridades marroquíes, gracias a los acuerdos de repatriación de inmigrantes ilegales que firmó el fin de semana pasado con Senegal y Malí, logró ayer enviar a su país de origen el último avión con malíes arrestados en las proximidades de Ceuta y Melilla. Desde el lunes pasado varios aviones de la Royal Air Maroc condujeron desde Oujda -a 150 kilómetros de Melilla- a Dakar a 827 senegaleses y 741 malíes a Bamako. Según han informado fuentes diplomáticas senegalesas, todo está preparado para poner en marcha un nuevo puente aéreo desde Guelmine, una zona situada al norte del Sáhara Occidental, donde la policía ha concentrado en los últimos días a unos 2.000 inmigrantes clandestinos. Por el momento, las labores de repatriación sólo afectarían a unos 1.000 subsaharianos, 309 senegaleses, 300 malíes y algo más de 300 de Gambia, país que también ha suscrito un convenio con Marruecos. Diplomáticos de los tres países ya están en la zona para supervisar las operaciones. Las fuentes oficiales no han aclarado todavía qué va a ocurrir con el otro millar de inmigrantes clandestinos de países subsaharianos con los que aún no se han establecido acuerdos de repatriación como Ghana, Nigeria, Costa de Marfil, Togo, Guinea-Conakry o Camerún.