Un guiño al oeste de la capital que acabe con la marginación del barrio

«La voluntad política de las tres administraciones existe y, ésta voluntad, supone una garantía para la financiación» MARIO AMILIVIA, alcalde de León El conjunto diseñado por Dominique Perrault guarda dos caras. En su vertiente oeste, el proyecto guarda un respeto casi escrupuloso a los edificios de la antigua Azucarera como lugar para la celebración de congresos. Una Fábrica Encendida, define el arquitecto, quien dota al espacio de un programa flexible que pueda acoger igualmente grandes encuentros o fragmentarse para funcionar a diario como centro cultural, cine, seminarios de verano, conferencias o vivero de empresas para jóvenes. El aprovechamiento de los elementos existentes toma su máxima expresión en el empleo de la chimenea de salida de humos, que actuará como pulmón por el que entrará aire preclimatizado al interior a través de un plenum subterráneo del que se abastecerían las máquinas climatizadoras. En la proposición del estudio del arquitecto francés también se apunta como posible la creación de un área para albergar bares de tapas, para garantizar y completar la actividad del conjunto global, así como reivindicar las excelencias gastronómicas leonesas.