Espaldarazo a la Secretaría General, que solicitará participar en la ONU
La XV Cumbre Iberoamericana será recordada en buena medida por los acuerdos logrados en materia de migración y pobreza, pero si algo importante nace de este encuentro en Salamanca es la Secretaría General que dirimirá los asuntos que afecten a la región y que, como primera medida, pedirá un puesto como observador en Naciones Unidas. Además, establecerá una «vinculación formal» a la Alianza de Civilizaciones impulsada por España. La tarea de mayor dimensión que ya se le ha encomendado al nuevo órgano es la de prepa-rar y convocar un Encuentro Iberoamericano sobre Migraciones, que deberá celebrarse antes de la próxima cumbre de Uruguay. Este asunto fue tratado con especial interés en la rueda de prensa final por Rodríguez Zapatero, quien defendió que «el Gobierno español quiere que los inmigrantes entren legal y ordenadamente y que aquí tengan derechos y obligaciones». «Queremos -afirmó el presidente- recibir a los inmigrantes como nos recibieron a nosotros españoles en Argentina, Uruguay o Venezuela en el pasado, donde nos trataron como personas y amigos y nos ayudaron en nuestra economía». Seguridad Social Así no es extraño que el tema de las migraciones ocupe el artículo más amplio de la declaración y que se sume a otro de difícil consecución (y sobre el que no se dieron aclaraciones concretas) que recoge la decisión de «iniciar el proceso de elaboración de un Convenio Iberoamericano de Seguridad Social, con el objetivo de garantizar los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias». El responsable de la nueva Secretaría General, el uruguayo Enrique Iglesias, destacó los acuerdos alcanzados en el encuentro llamado a marcar «un antes y un después» desde antes de su inició. «A partir de ahora -subrayó- el mundo va a escuchar a la región con voz propia». Iglesias -que no dudó en asegurar que la creación de su puesto es lo más importante de todo lo acontecido en Salamanca-, destacó que ciertamente se ha producido «un cambio en la naturaleza de las cumbres iberoamericanas», que en su segunda visita a España «han alcanzado un punto de inflexión». La sensación general de los presidentes y jefes de Estado coincide con la del secretario, pero en el texto de la declaración aparecen pocas decisiones concretas y muchos asuntos que quedan por desarrollar.