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Avisa a los partidos catalanes de que si no hay cambios tras la negociación será rechazado

El PSOE prepara a sus bases para un posible fracaso del Estatuto catalán

El mensaje incluye una advertencia al PSC para que no lleve la negociación al límite

Publicado por
Marta Suárez - madrid
León

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José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a tumbar la reforma del Estatuto de Cataluña. El PSOE quiere aprobar un texto constitucional, pero fuentes socialistas confirmaron que si las formaciones políticas catalanas tensan demasiado la cuerda en la negociación, la dirección dará órdenes para que sus diputados bloqueen en el Congreso el documento impulsado por Pasqual Maragall. El fracaso del Estatut es una posibilidad. Este es el mensaje que, por primera vez y con cuidado para no enturbiar el proceso, han acordado lanzar en público los dirigentes socialistas. El secretario de Organización, José Blanco, y el presidente del PSOE, Manuel Chaves, ya lo han apuntado en sus últimas apariciones públicas al garantizar que el texto que salga del Congreso será constitucional y responderá al interés general, porque de lo contrario «no será». Aviso para que ERC, CiU y también su federación catalana, el PSC, eviten llevar al PSOE al límite en la negociación. Pero también un mensaje dirigido a tranquilizar a los ciudadanos, sobre todo a un importante sector del electorado socialista desorientado por la aprobación en Cataluña de un documento que su propio partido considera inconstitucional. El próximo 2 de noviembre, el PSOE votará a favor de la toma en consideración del Estatut para poder modificarlo. Después se abrirá el plazo para presentar las enmiendas y los socialistas negociarán con los partidos catalanes para llegar a la ponencia de la comisión constitucional con un principio de acuerdo en los asuntos más problemáticos. El debate de totalidad, según sus cálculos, no podrá celebrarse antes de abril del 2006. En esa votación final, «o salen nuestras enmiendas, o el PSOE no podrá votar que sí al Estatut», insisten las citadas fuentes. Una abstención socialista, junto con el rechazo del PP, bastaría para que el documento naufragara en el Congreso. Pero importantes dirigentes socialistas también han contemplado el voto en contra. Sin embargo, el PSOE está convencido de que «la necesidad se va a imponer» para todos los partidos, incluidos CiU y ERC. Por ello, y aunque no descartan rechazar el texto en una situación extrema, prefieren ponerse en otro escenario porque confían en que la negociación vaya «por buen camino».