Tiempo para aprender y disfrutar

Para los niños y niñas de Tabuyo del Monte la jornada continua ha supuesto «ganar tiempo para el juego, para estar con sus familias y para acceder a más talleres extraescolares», asegura una de las madres del centro, Isabel Argüello García, que con un niño de 4 años y una adolescente de 13 tiene experiencia en las dos jornadas escolares. El curso pasado, cuando se inició la experiencia, pudieron disfrutar por primera vez de un curso de natación después de la escuela. Las familias se hicieron cargo del transporte para trasladar al alumnado a Astorga. «Antes, salían a las cinco de la tarde, les dábamos la merienda y en invierno a esa hora, ¿a dónde les llevábamos?», subraya. Esta madre, que regenta una casa rural en Tabuyo, destaca que la escuela no sólo está abierta por las tardes para los niños y niñas, sino también para los adultos, pues dispone de espacio para impartir cursos y de un gimnasio abierto al vecindario. La junta vecinal de Tabuyo del Monte y el Ayuntamiento de Luyego de Somoza restauraron la vieja casona de piedra y el curso pasado se estrenaron las nuevas instalaciones, que incorpora entre sus elementos más innovadores una caldera de calefacción alimentada por biomasa. n la reorganización de la jornada escolar -agrega- «nos hemos implicado todos, ahora lo que falta es que se implique también la Junta de Castilla y León y nos dé dinero para hacer cosas que se necesitan». Para Isabel Argüello, el tiempo que deja libre por la tarde la jornada única también es beneficioso para que «los niños disfruten del pueblo y de la calidad de vida que tienen aquí», más en contacto con la naturaleza. En cuanto a qué jornada es más compatible con sus horarios laborales señala que «ninguno» porque los niños llegan a comer a las dos de la tarde -antes un poco antes- en un momento crítico de su establecimiento, la hora de más actividad en la cocina. «Es imposible que el horario escolar se adopte a las múltiples posibilidades de horarios laborales», subraya un informe de Comisiones Obreras sobre la jornada escolar. La jornada partida, añade, «es uno de los más desacoplados posibles». Las niñas y niños del colegio rural que desean practicar deportes de equipo son inscritos en las escuelas deportivas de La Bañeza y Astorga, en función de la distancia de los pueblos en los que están escolarizados.