El PSC y sus socios rechazan la reforma del Gobierno de Maragall

Las tres fuerzas políticas que componen el Gobierno de Cataluña, con el PSC al frente, se rebelaron este lunes contra la decisión de Pasqual Maragall de remodelar su Ejecutivo autonómico. A pocas horas de que se inicie, este martes, el debate de política general en el Parlament, el tripartito manifestó su rotunda oposición a unos cambios que añaden un mayor grado de incertidumbre a la convulsa e inestable situación política catalana. Maragall, debilitado ante los socialistas catalanes, les replicó tajante que es él quien tiene competencias para hacer cambios en el gabinete catalán. La Comisión Ejecutiva del PSC hizo público este lunes un comunicado en el que rechazó el intento frustrado de su presidente de remodelar el Gobierno autonómico sin informar previamente a la dirección de su partido. En la resolución, los socialistas catalanes se oponen a la reordenación de la Generalitat, aunque aceptan que prosigan las consultas con los socios para «acordar» una decisión definitiva. El PSC «en absoluto desautoriza» a su presidente, pero considera que plantear un cambio gubernamental ante el inminente debate de política general de la cámara autonómica «puede dar argumentos a la oposición». Además, la dirección del partido no esconde su malestar, reconoce que la decisión de Maragall ha creado «desconcierto» y le pide «saber más» de sus intenciones. La crisis abierta en la cúpula del PSC fue evidente durante la cumbre transfronteriza hispano francesa celebrada ayer en Barcelona. En ella coincidieron el presidente autonómico y el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, quienes, al menos ante la prensa, ni se dirigieron la palabra y ni tan siquiera cruzaron una mirada. Montilla se enteró el pasado viernes de los cambios que planeaba Maragall en el tripartito por una conversación que mantuvo con el secretario general de Esquerra Republicana, Joan Puigcercós. Al Gobierno central y al PSOE les sorprendió la actuación del presidente catalán, pero prefirieron no inmiscuirse en el problema.