Multas de hasta 600.000 euros por derrochar agua en las cuencas del Júcar, Segura y Tajo
Castilla-La Mancha recurre el agua para regadíos trasvasada a Murcia
El Gobierno aprobó ayer 18 hectómetros para evitar «daños irreparables» en el arbolado
La Junta de Castilla-La Mancha recurrirá el trasvase de 18 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, aprobado ayer por el Consejo de Ministros evitar «daños irreparables» en el arbolado de la Región de Murcia. Los 18 hectómetros aprobados son un anticipo de los 60 que el Consejo de Ministros considera el máximo posible que podría aportarse al regadío de la cuenca del Segura durante todo el año hidrológico. Este acuerdo del Gobierno se produce tres semanas después del último trasvase autorizado para la cuenca del Segura, que fue de 39 hectómetros cúbicos sólo para abastecimiento humano. En aquella ocasión, el Consejo de Ministros se reservó la posibilidad de permitir un desembalse para regadíos en las semanas posteriores con el fin de minimizar los efectos de la sequía en los cultivos leñosos de la cuenca del Segura. Dos regiones enfrentadas Nada más conocerse la autorización de este último trasvase, los gobiernos de Murcia y Castilla-La Mancha reaccionaron de forma opuesta. El primero acogió la noticia como un pequeño respiro para los agricultores, mientras el segundo anunció que lo recurrirá ante el Tribunal Supremo. Según el Ejecutivo castellano-manchego, si el pasado 30 de septiembre el Consejo de Ministros autorizó un trasvase de 39 hectómetros sólo para abastecimiento humano por prudencia, ante el delicado estado de la cabecera del Tajo, tres semanas más tarde la situación de los embalses que suministran agua al trasvase -Entrepeñas y Buendía- no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado, ya que sus reservas se hallan a menos del 13 por ciento de su capacidad total y en los últimos siete días han perdido 8 hectómetros. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, destacó que el consumo humano debe estar por encima de los regadíos a la hora de autorizar trasvases, «porque hay que mantener las reservas de agua para evitar cortes en el suministro en el futuro» y calificó la decisión de permitir una derivación de agua para regadíos de «lamentable e imprudente». A juicio del Gobierno de Castilla-La Mancha, este trasvase de socorro decidido por el Consejo de Ministros es temerario, porque las predicciones meteorológicas no permiten pensar que el actual período de sequía haya acabado. El Consejo de Ministros también aprobó un real decreto de medidas excepcionales para las cuencas del Júcar, Segura y Tajo, que autoriza a las confederaciones a modificar temporalmente las condiciones de uso del agua y para establecer las reducciones de suministro hidráulico que sean precisas, a la vez que limita los derechos concesionales correspondientes a estas dotaciones.