Cabrillanes contra Pola de Somiedo

El histórico enfrentamiento entre los vecinos de la población asturiana de El Puerto, concejo de Pola de Somiedo, y los de la pedanía de La Cueta, en el municipio leonés de Cabrillanes, se encona día a día sin que se logre alcanzar un acuerdo sobre su frontera. Hace escasas semanas, la confusa situación administrativa de los lindes entre ambas localidades provocó momentos de tensión. La Guardia Civil de Villablino se vio obligada a paralizar la retirada de la alambrada que marca la delimitación entre los dos pueblos por parte de los vecinos de La Cueta y que fue colocada hace doce años por los habitantes de El Puerto tomando como base el deslinde del Monte de Utilidad Pública El Rebezo y Agregados número 144, aprobado en 1975. El conflicto se remonta al pasado 3 de septiembre. La Junta Vecinal de La Cueta convocó al alcalde de Pola de Somiedo, al presidente de El Puerto y a una representación de vecinos en las escuelas de la población leonesa para intentar solucionar «por las buenas» esta vieja polémica. Revisaron sobre plano el reparto del territorio, pero no llegaron a un acuerdo; eso sólo unos días antes de que la Audiencia Nacional diese la razón a León en el trazado de la frontera y le atribuyese 128 hectáreas usurpadas hace 59 años. Al final del encuentro, La Cueta dio un plazo de quince días para que El Puerto encontrase una solución. Pasado el plazo y sin que se alcanzara acuerdo alguno, los babianos denunciaron la ocupación de su territorio y una veintena de ellos se echaron al monte para retirar la alambrada, para lo que pidieron el auxilio de la Guardia Civil de Villablino. Denuncia por ocupación Los vecinos del Puerto, que conocían las intenciones de La Cueta, también subieron al monte acompañados de un notario y su abogada y allí mantuvieron una larga discusión que zanjó la Benemérita, sin que la alambrada pudiese ser retirada y con el pacto de que sea el juez quien resuelva la denuncia por ocupación. Este suceso viene a reproducir la eterna disputa que mantienen ambos pueblos por una pequeña parte de su vasto y rico territorio y que ahora vuelve a la actualidad tras la sentencia de la Audiencia Nacional que reconoce a León la titularidad del monte, que no la propiedad. Monte en propiedad Se da la circunstancia de que la mayor parte de esas 128 hectáreas en litigio fueron adquiridas por la comunidad de vecinos del Puerto a principios del siglo XX. Sólo una mínima parte de esta zona, conocida como el la Barbeita, es propiedad en un 50% de las juntas vecinales de Meroy (Cabrillanes) y El Puerto (Pola de Somiedo). Por esta razón, no existe interés económico en recuperar el territorio, sino «moral», sostiene el presidente de La Cueta y teniente de alcalde de Cabrillanes por el PSOE, Emilio Martínez Morán. «Es la herencia que nos dejaron nuestros antepasados», subraya. Frente a él, el presidente del Puerto no se muestra muy convencido de la nueva situación administrativa. «Dan 50.000 'revicoques' por todo el pueblo para la nueva frontera y creo que no tiene ningún sentido hacerlo ahora; no lo veo yo». Los alcaldes de Cabrillanes y Pola de Somiedo, Ovidio Benéitez y Belarmino Fernández, respectivamente, no quieren mostrar una aparente preocupación por el territirio en cuestión, pero ninguno de ellos piensa ceder hasta que el Tribunal Supremo resuelva la vieja desavenencia. «Por aquí decimos que vamos a empezar otra Reconquista», dice en broma Belarmino Fernández, para quien el origen real de la batalla se remonta a 1999, cuando se solicitan una serie de concesiones mineras para explotar en parte de esas 128 hectáreas. En ese tiempo, el ministro Jesús Posada aprueba un decreto que regula el procedimiento de los deslindes en los términos municipales pertenecientes a distintas comunidades autónomas. «Daba la impresión de que el documento estaba hecho para solucionar el tema de Cabrillanes», indicó el regidor somedano. 22 ganaderos, mil vacas Fernández argumenta en defensa de sus vecinos que el territorio en litigio forma parte del medio de vida de 22 ganaderos que tienen un censo de mil vacas. Además, al tratarse de una zona que en Asturias está declarada Parque Natural, las ayudas agroambientales aportan 200 euros por hectárea a quienes las explotan -sin protección ambiental, la hectárea de pasto recibe una subvención de 40 euros- y los daños provocados por el lobo o el jabalí también se pagan. «Desde luego, la sentecia de la Audiencia Nacional no se ajusta a derecho», declara el primer edil de Pola de Somiedo. En la vertiente leonesa, la visión es totalmente distinta. El alcalde de Cabrillanes, Ovidio Benéitez, también alega que su único interés es defender la reivindicación de los vecinos. «A efectos prácticos, lo que obtenemos es el orgullo que sienten los vecinos, que siempre han dicho que la delimitación es la que reconoce la Audiencia Nacional». Irrenunciable para todos La polémica se centra ahora sobre otro territorio de 674 hectáreas que, desde el punto de vista de Benéitez y de sus asesores legales, también fue asignado erróneamente a Asturias en 1946. Esta reclamación puede ser objeto de un nuevo enfrentamiento legal y vecinal, puesto que el alcalde de Somiedo considera «irrenunciable» esta parte del monte, mientras que en León se ha pedido ayuda a la Junta para sean sus servicios jurídicos los que inicien un nuevo proceso judicial para exigir la titularidad del territorio que se encuentra entre Prefustes y El Puerto. La respuesta del delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, al alcalde de Cabrillanes ha sido que esta administración no iniciará ningún expediente como acusación, sino que sólo actuará como defensa ante un recurso de Asturias. «Dan 50.000 'revicoques' por todo el pueblo para hacer la nueva frontera y creo que no tiene ningún sentido hacerlo ahora; no lo veo yo» ALBERTO FERNÁNDEZ Presidente del Puerto