Los técnicos insisten en que es un problema exclusivamente veterinario
Los profesionales del sector avícola quieren tranquilizar a los consumidores haciéndoles partícipes de que la influenza o gripe aviar es un problema exclusivamente veterinario a fecha de hoy en España. Esto quiere decir que no afecta a la salud pública. Esta afirmación se completa con el hecho de que «el consumo de la carne de pollo jamás es un riesgo, ya que la enfermedad se transmite por las vías respiratorias», según los expertos. En el sector convive la interprofesional de empresas productoras de huevo de consumo, la de productores de pollo y la Asociación Española de Ciencia Avícola (Aeca), en la que se encuadran técnicos y especialistas de la avicultura española. El veterinario José Ignacio Barragán, que preside Aeca, recordó que España nunca ha padecido gripe aviar y que «la importación de productos avícolas es mínima, nuestro país es más bien ligeramente excedentario». José Ignacio Barragán comentó que en el caso de que apareciera un caso de esta enfermedad, existen las medidas suficientes para controlar el mismo, al tiempo que la Administración hace miles de análisis anuales, tanto en las aves domésticas como industriales. En opinión de los técnicos, los únicos riesgos pudieran tener su origen en la importación irregular de animales vivos procedentes de países en los que se ha registrado la enfermedad o por medio de la migración de aves, supuesto que se ha dado siempre, debido a la dificultad para controlar este fenómeno natural. Naves y silos Para evitar cualquier tipo de riesgo, las granjas españolas ya adoptaban antes de la aparición de este gran problema toda una serie de medidas de seguridad. El 90-95% de las aves se localizan en naves cerradas con lo que el contacto con animales del exterior es imposible. La entrada de personas ajenas a la instalación también está restringida, mientras que el pienso que consumen estos animales se almacena en silos para evitar cualquier tipo de contaminación. Ante la situación creada por la aparición de brotes de gripe aviar en Europa y sus proximidades, José Ignacio Barragán es consciente de que será necesario tomar medidas para evitar cualquier tipo de contacto con aves migradoras y las aves al aire libre, como los pollos camperos, deberán ser protegidas. La avicultura intensiva lleva años luchando contra enfermedades características del sector, como el gumboro o la bronquitis, que son un problema menor, o el Newcastle o influenza aviar, erradicadas en España.