El descenso en el consumo de pollo en León puede llegar esta semana al 40%

Las empresas de transformación de productos avícolas todavía no habían acabado de recuperarse del mazazo que supuso la aparición de un brote de salmonela en la producción de pollos precocinados de una determinada marca el pasado verano, cuando se han encontrado inmersas en la crisis que ha propiciado la gripe aviar que se ha confirmado en distintas aves europeas, en ningún caso pollos. Mientras que el brote de salmonela localizado el verano pasado supuso un descenso en el consumo de pollo durante esas semanas del 10 al 15% en la provincia, las empresas del ramo constataron una bajada de las ventas en torno al 30% en la semana pasada, fruto de la llegada masiva de noticias relativas a la gripe aviar, aunque también son conscientes de que fue un periodo atípico, debido a la huelga de transportes que tuvo lugar esos días. Sin embargo, una vez analizados los primeros datos de consumo de lo que va de semana, estiman que ésta el descenso puede aumentar al 40%. Situación asfixiante Aunque pueda sonar un poco duro, el representante de una empresa leonesa de transformación de productos avícolas aseguró que «de seguir esta situación, las empresas del sector acabarán cerrando. Si sigue como hasta ahora el tema, no podremos resistir mucho». Esta persona destacó que será necesario disminuir producción de carne de ave (pollo, perdiz, pavo, paloma...), la proteína más barata en España, y empezar a reducir plantillas. Por su parte, las granjas de engorde y cria tendrán graves problemas para dar salida a estos animales, que deberán seguir cuidando en sus centros. En la provincia hay dos mataderos de aves en León capital y uno en Ponferrada. A los empleados de estas plantas se deben añadir los granjeros, transportistas y los trabajadores de las fábricas de piensos. Las empresas aseguran estar sometidas a unos controles exhaustivos con el fin de cumplir la normativa vigente, pero precisan que «esto no es fruto de este problema, sino que siempre ha sido igual». El control se sucede desde el primer paso y hasta que el producto llega a las manos del consumidor. Las granjas, transportes y plantas de transformación son supervisadas por los veterinarios y cumplen con todas las normas, como la desinfección. El representante de esta empresa leonesa manifestó que «los consumidores deben tener muy presente que está totalmente descartada la vía de transmisión digestiva. El cauce habitual de contagio es por vía respiratoria». Los profesionales creen que lo que predomina entre el público es la desinformación, la «obsesión con el pollo». El comercio también ha acusado el descenso en el consumo de pollos, así como en todos sus derivados. A fecha de hoy no se ha cuantificado, entre otros motivos porque la semana pasada tuvo lugar la huelga de transporte que provocó la desaparición en algunos casos del pescado, lo que desvió el consumo hacia otros productos. El gerente del Hipermercado E. Leclerc, Manuel Rilo, dijo que «la bajada en el consumo de pollo se compensa con otro tipo de carnes. La recuperación, si se sigue la pauta de las vacas locas, puede llegar al medio año».