El vuelo que trae consigo la muerte

La influenza o gripe aviar se ha convertido en noticia de carácter mundial por la transmisión de una variante del virus altamente patogénica que se ha transmitido desde el sudeste de Asia hacia Rusia y Kazastan, y desde ahí hasta las mismas fronteras de la Unión Europea (Turquía, Rumanía y Croacia), e incluso al corazón de Europa (Grecia y Reino Unido). La variante patogénica es la denominada H5N1 que ha afectado a aves domésticas y salvajes y ha ocasionado el sacrificio de más de 140 millones de pollos. Los virus de la gripe aviar son de la familia Orthomyxoviridae, del género Influenzavirus A. La gripe aviar es causada por la variante tipo A de los virus de la gripe. Todos los virus de esta variante no tienen una composición genética fija, lo que les permite defenderse de las defensas del hospedador. Las variantes del virus pueden ser de baja o alta patogenicidad dependiendo de su genotipo. Las de alta patogenicidad son graves para las aves. Las de baja originan cuadros menos severos pero estas tienen la posibilidad de mutar y transformarse en variantes de alta patogenicidad. El virus tipo A se subdivide en subtipos según la relación antigénica de las glicoproteinas de la superficie del virus (hemaglutininas H y neuraminidasas N. De momento hay 16 subtipos H (H1-H16) y 9 subtipos N (N1-N9). Cada variante del virus tiene un subtipo H y un subtipo N en cualquier combinación. Hasta la fecha, todas las variantes de alta patogenicidad son del tipo A y los subtipos H5 y H7. Los hospedadores naturales son aves que pueden tener el virus, pero que no padecen la enfermedad y por tanto actúan como transmisores. Los principales son las aves acuáticas, en particular los patos salvajes y los gansos. Los patos son de las aves más resistentes a la enfermedad, ya que pueden excretar virus durante 17 días sin padecer la enfermedad. Otras especies también pueden infectarse con virus de la gripe aviar, como algunos mamíferos (humanos, cerdos y gatos). Mutación rápida En la actualidad la variante más peligrosa del virus de la gripe aviar es la H5N1, que puede mutar rápidamente y adquirir genes de otros virus de la gripe que afectan a otras especies. Las aves pueden aguantar la infección y excretar virus durante diez días por el pico y mediante las heces. La variante de alta patogenicidad del virus de la gripe aviar se manifiesta en las aves de forma súbita. Aparece una inflamación de la cabeza, la cresta se pone de color azulado, las aves se muestran deprimidas, pierden el apetito, tienen dificultades respiratorias, diarrea y se produce una caída en la producción de huevos. Las aves, en ocasiones pueden morir tan rápido que lo hacen sin mostrar signos aparentes de la enfermedad. Por lo tanto, la gripe aviar debe considerarse en el diagnóstico diferencial con otras enfermedades cuando hay una súbita alta mortalidad. Transmisión En cuanto a la transmisión de la gripe aviar, ésta se produce en las poblaciones de aves a través de diferentes rutas. Por tanto, existe el peligro de que se pueda extender por la Unión Europea. Medios de transmisión son el contacto con secreciones de las aves incluidas las heces y a través del agua donde beben diferentes aves. El virus se podría transmitir de manera directa entre las aves a través de miembros enfermos o portadores del virus o mediante carne cruda o desechos de aves o de manera indirecta por medio de las secreciones que pueden transportarse con material contaminado como ropas de trabajo, gallinaza, agua o plumas. En la UE los posibles cauces de entrada de la enfermedad pudieran ser a través de aves migratorias, de la importación ilegal de aves o de otros productos avícolas, incluidas las plumas, e indirectamente por medio de los ciudadanos que lleguen a territorio europeo desde las zonas afectadas.