El presidente interviene en un acto de una fundación próxima al PSOE
La AVT critica a Zapatero por acudir a un foro con un islamista
Ramadan calificó el 11-M de «intervención» pero luego puntualizó que era «inaceptable»
Intelectual insobornable o «heraldo del terror y el odio», como lo ha calificado el diputado popular Gustavo de Arístegui? La intervención, hoy, del teólogo suizo de origen egipcio Tariq Ramadan en un foro de la Fundación Atman, próxima al Partido Socialista, ha levantado una gran polémica. Ayer mismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo protestó por la presencia en Madrid del profesor de la univesidad de Ginebra, que supone «un insulto a la memoria de las víctimas del terrorismo». Le acusa de fomentar «el odio y la violencia con sus declaraciones». «No podemos llegar a comprender cómo se invita a dar una conferencia a quien ha calificado los brutales atentados perpetrados en Madrid, Nueva York o Bali como intervenciones», señala la asociación, que expresa también su extrañeza por el hecho de que el presidente Zapatero, que pronunciará el discurso de clausura del foro, haya aceptado participar en el mismo acto que Ramadan. Aclaraciones Tanto Arístegui como el embajador de Israel en España, Víctor Harel, declinaron participar en el foro para no coincidir con Ramadan. Pero, ¿es cierto que justificó el atentado del 11-S?, ¿tiene prohibida su entrada en algunos países por su ideología radical? Es cierto que en una entrevista al semanario francés Le Point calificó los atentados de Nueva York, Bali y Madrid como «intervenciones». Pero en una aclaración posterior puntualizó que se trataba de «atentados horribles e inaceptables, que yo no he dejado de condenar». En un artículo publicado en Le Monde condenaba lo atentados suicidas, pero añadía que son «contextualmente explicables», por la «terrible represión al pueblo palestino». Es verdad que EE. UU. le negó un visado para impartir clases en su territorio y que Francia le prohibió entrar en 1996. Pero también que el Gobierno de Blair le nombró asesor para el diálogo con los jóvenes musulmanes tras el atentado de Londres. El presidente de la Fundación Atman, creada para «promover el entendimiento y acercamiento entre culturas», es el iraní Farshad Zandi, que en su día se vio implicado en el «caso Gescartera», y la vicepresidenta de la fundación es Teresa Aranda, esposa del periodista Juan Luis Cebrián.