La cúpula popular prepara a sus dirigentes para soportar en solitario la aprobación del texto
El PP llama cobardes a los líderes del PSOE que no frenaron el Estatuto
Cree que le ha tocado «asumir, casi en exclusiva», la defensa del actual modelo de Estado
El PP convocó en Barcelona a todos los grupos parlamentarios del Congreso, el Senado, autonomías y la Eurocámara con la intención de preparar la larga y solitaria travesía que prevé para la tramitación y posible aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Los pesos pesados del partido animaron a sus representantes institucionales a mantenerse firmes en el«valiente» rechazo a la reforma estatutaria, en la defensa de la igualdad y solidaridad entre los españoles ante «la cobardía» de los dirigentes socialistas que no se atreven a enfrentarse a José Luis Rodríguez Zapatero ni a frenar a sus socios nacionalistas. El secretario general, los portavoces en las Cortes y el Parlamento Europeo y algunos presidentes regionales del partido dedicaron toda la jornada de este sábado a justificar la oposición sin matices que el PP mantiene contra el Estatuto. La cúpula popular considera que el pleno del miércoles en el Congreso supuso un punto de inflexión en «un camino sin retorno» para la aprobación del Estatuto. Creen que al PP le ha tocado «asumir, casi en exclusiva», la defensa del modelo de convivencia como «único garante de la estabilidad». «El partido no ha hecho más que empezar», anunció el portavoz en el Senado, Pío García-Escudero, que ve en la sesión sobre el estado de las autonomías, que dará comienzo en la cámara alta el próximo lunes, un nuevo capítulo de esta discusión y la ocasión de comprobar la diferencia o coincidencia en las intervenciones de los presidentes socialistas de Extremadura, Aragón y Andalucía y el jefe del gobierno catalán, Pasqual Maragall. El líder de los populares extremeños, Carlos Floriano, no tiene duda de que los socialistas seguirán unidos tras su jefe de filas y en apoyo del estatuto catalán, a pesar de las críticas que puedan expresar en público. «No penséis que habrá dirigentes del PSOE que van a estar con nosotros», dijo Floriano tras considerar que muchos votantes socialistas coinciden con las posiciones del PP pero que «ni uno solo» de los responsables públicos del partido del Gobierno se desmarcará de la línea oficial. Puso como ejemplo el comportamiento del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, «que criticó a Manuela de Madre (vicepresidenta del PSC) mientras los diputados socialistas votaban a favor de la toma en consideración del estatuto». Zaplana denunció que la aprobación del nuevo Estatuto de Cataluña será resultado de la decisión personal de José Luis Rodríguez Zapatero y «la cobardía de muchísimos dirigentes del PSOE». Aludió así a quienes discrepan de la reforma estatutaria pero no se oponen a ella, los que «la critican con dureza» y luego «no obran en consecuencia» porque «solamente se puede llamar cobarde a la actitud de los que dicen una cosa y después hacen justo la contraria». Todos los altos cargos 'populares¿ instaron a los parlamentarios a defender «sin complejos» y «sin miedo a ser censurados» sus posiciones, con la convicción de que representan las aspiraciones de la mayoría de los ciudadanos. Ángel Acebes y Zaplana fueron más lejos al asegurar que, gracias a esta actitud, el PP podría ganar las elecciones si se celebraran ahora.