«Es justo que el mayor incremento sea para los que están más abajo»

El coronel Miguel Romero Díaz del Río fue un pionero en la puesta en marcha de medidas para mejorar la calidad de vida de sus subordinados en el Tercio Norte de Infantería de Marina de Ferrol. Hoy en la reserva, subraya la importancia del incremento salarial al personal de las Fuerzas Armadas pero insiste en la importancia de acometer otras mejoras sociales. -Me parece un paso muy im-portante, histórico, que todos esperábamos. La verdad es que no se hizo en el pasado y llega ahora, en un momento de gran importancia. -¿Qué le parece que los mayores incrementos sean para las categorías profesionales intermedias? -Pues que es natural. Se lle-vaba mucho tiempo pidiendo que fuese así, porque los de mayor graduación siempre vivimos mejor y era justo que las mayores subidas fuesen para los que están más abajo. -Se llegó a hablar de discriminación salarial con respecto a otros funcionarios. -Es que un policía municipal de Barcelona ganaba mucho más que un brigada, que tenía un sueldo y unos complementos muy bajos. A mí me daba pena ver a señores con muchos años de dedicación y habiendo vivido momentos muy duros, cobrando unas cantidades que se acercaban peligrosamente a las de los soldados. -¿Cree que esta medida contribuirá a hacer las Fuerzas Armadas más atractivas y logrará que aumente el número de jóvenes que entren a formar parte de sus filas? -De eso no estoy tan seguro, ya que todavía hay que mejorar muchas más cosas; reconocer la dedicación absoluta del personal, las condiciones de dureza de la vida en la mar... -¿Qué otras mejoras podrían introducirse? -En ciudades en donde los oficiales y suboficiales cuentan con clubes sociales, debería construirse uno también para los soldados rasos y los cabos. Sería un lugar en el que puedan disfrutar de las piscinas en verano, en el que celebren sus banquetes. Además, se puede mejorar la habitabilidad de los barcos y los destinos, dignificarlos. No todo es dinero. Pero hay que seguir trabajando por los que están abajo; los de las alturas siempre vivimos muy bien.