Villalba pide a las cuencas que no den armas para el desgaste del Gobierno
El secretario general del PSOE de Castilla y León, Ángel Villalba, pidió ayer en Astorga a los mineros en huelga por la negociación del plan del carbón «que no den armas para el desgaste del Gobierno, porque ahora están siendo, quizás sin quererlo, utilizados por la derecha». Villalba, que clausuró en la capital maragata unas jornadas sobre energías renovables organizadas por su partido, consideró que la protesta del sector «pudiendo ser legítima, quizás ha ido un poco lejos». El secretario regional del PSOE matizó esta última consideración al señalar que «la postura del Gobierno es positiva respecto a la confección de un plan del carbón, que será el mejor para el sector, y costará, no ya que lo aprueben los sindicatos, sino que lo haga la Unión Europea». Villalba añadió: «Hay más de tres mil millones de euros puestos sobre la mesa de negociación, el ministro Montilla se incorporará a ella el lunes,... Algunas manifestaciones sindicales han sido desproporcionadas viendo la escasa distancia entre las dos partes». Además, apuntó: «No es justo el trato que desde algún foro se le ha intentado dar al presidente del Gobierno, cuando es él quien está impulsando el carbón y ha apostado por este plan». «Que sean prudentes» Villalba, que expresó su confianza en que el resultado de la negociación sea positivo, pidió también a los dirigentes del PP «que sean prudentes y permanezcan callados» porque este partido «fue el responsable de la aprobación en el 2002 de una propuesta que eliminaba el carbón en esta provincia. El plan del PP no ha sido inteligente, y ha contribuido a la despoblación en los ayuntamientos mineros», señaló, para acusar después a los populares de haber realizado «una mala gestión del carbón en años anteriores». Por su parte, el secretario provincial del PSOE, Miguel Martínez, presente también en las citadas jornadas sobre energía, expresó su confianza en que el lunes la negociación del plan del carbón pueda fructificar de manera satisfactoria para ambas partes. Ángel Villalba y Miguel Martínez realizaron estas declaraciones tras la radicalización de algunas de las acciones de protesta del sector minero durante la negociación, respecto a las que el primero estimó que se había producido «un retroceso en la demostración de fuerza» de los trabajadores.