Los presidentes del PP exigen las mismas competencias que Cataluña
Los presidentes autonómicos del PP aprovecharon el debate para reclamar idéntico nivel de autogobierno que pueda conseguir Cataluña con su nuevo estatuto y exigir al presidente del Gobierno que recupere el pacto autonómico entre los dos grandes partidos de cara a las reformas estatutarias. Los gobernantes populares de La Rioja, Comunidad Valenciana y Murcia no secundaron los planteamientos del jefe del Ejecutivo para reformar el Senado y señalaron como prioritarias otras preocupaciones de sus ciudadanos relacionadas con el bienestar, las infraestructuras o la inmigración. Los barones autonómicos del PP que intervinieron en la primera jornada del debate sobre el estado de las autonomías se ciñeron a un discurso similar y configuraron así un frente común ante el presidente del Gobierno. Todos reprocharon a José Luis Rodríguez Zapatero que haya dedicado esta sesión a asuntos que, en su opinión, no coinciden con las cuestiones que inquietan a los riojanos, valencianos y murcianos. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, que viene actuando como portavoz de los gobernantes autonómicos del primer partido de la oposición, enmarcó su mensaje en «el momento histórico» que atraviesa el Estado autonómico, en clara referencia al estatuto catalán que se tramita en el Congreso. Denunció que existen «incertidumbres y dudas» sobre el futuro del modelo de Estado y se quejó de que el jefe del Ejecutivo no contribuyera a despejarlas en el debate de este lunes. Hizo constantes apelaciones al diálogo político y reclamó «la recuperación del pacto autonómico» que hizo posible reformas anteriores, «sustentado en la idea de España». Los populares también defendieron un planteamiento idéntico para la reforma de la financiación e insistieron en exigir una negociación multilateral entre autonomías y Gobierno central. Sanz pidió que no se incluya el modelo de financiación en ningún estatuto de autonomía y que el actual sistema se reforme mediante «el mismo grado de acuerdo» que concitó el modelo del 2001, que fue aprobado por unanimidad. Sanz consideró «trascendente» el consenso político para iniciar la nueva etapa, pero propuso que se haga desde la igualdad entre todas las autonomías. «Ha llegado el momento -dijo- de eliminar las diferencias derivadas de los distintos accesos a la autonomía por las vías de los artículos 151 y 143 de la Constitución». En su opinión, hoy ya «no subsisten» los motivos políticos e históricos que dieron lugar a las distinciones que se hicieron en 1978 entre las tres nacionalidades históricas y Andalucía con respecto del resto de las regiones. Por el contrario, Sanz cree que «en lugar de aumentar hay que minimizar las diferencias». Incluso propuso «seguir avanzando en medidas que equiparen» el modelo de financiación entre las autonomías del régimen general y las del foral.