El PSOE pierde su ventaja electoral y cae a un empate técnico con el PP

La imagen del Ejecutivo se ha deteriorado de forma considerable en el último trimestre, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El instituto demoscópico calcula que la distancia electoral que separa al PSOE del PP ha mermado en más de la mitad respecto a julio. Si entonces la diferencia entre ambas formaciones era de 5,5 puntos, ahora es de tan sólo dos; la menor desde que Rodríguez Zapatero accedió al poder. En unos hipotéticos comicios, los socialistas obtendrían el 39,7% de los votos, mientras que los populares lograrían el 37,7%, exactamente el mismo porcentaje que alcanzaron en el 2004, en las que los socialistas acapararon el 42,5% de los sufragios. Esta caída concuerda la valoración que hacen los ciudadanos de la gestión gubernamental. Por primera vez en año y medio, el volumen de quienes la creen buena o muy buena, 25,4%, es casi idéntico al de quienes la consideran mala o muy mala, 24,4%. El dato cobra más fuerza si se tiene en cuenta que en el pasado sondeo -realizado poco después del dramático incendio de Guadalajara- casi llegó al 36% el porcentaje de encuestados que alabaron su actuación y, en cambio, el de quienes la descalificaron no llegó al 18,5%. En la primera encuesta realizada en esta legislatura, tres meses después del cambio de Gobierno, el CIS hablaba de un 43,6% frente a un 12%. Zapatero obtiene la peor calificación concedida por los ciudadanos en todo este tiempo y, también por primera vez, suspende con un 4,86. Además, la confianza de los electores en el presidente sufre un vuelco notable. De un 45,5% que decían tenerle mucha o bastante fe en julio se ha pasado a un 38,2% y ha llegado hasta el 56,6% el porcentaje de quienes miran su labor con recelo -hace tres meses estaba en el 48,7%-. La nota de los encuestados a los miembros de su gabinete también desciende. Y sólo un ministro se mantiene imperturbable: José Bono, que obtiene mejor calificación que Zapatero y es, junto con los dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, el único que logra el aprobado. Para los populares, es muy grave que Zapatero, haya perdido la confianza de los españoles en apenas un año y medio en el Gobierno. Para los socialistas, esto se debe a la crispación que impulsa el PP como base de su estrategia de oposición. El popular Ángel Acebes no achaca la caída de Zapatero sólo a la reforma del Estatuto de Cataluña, «que también», sino que se debe a que ha perdido esa confianza «día a día». El socialista Diego López Garrido recordó que lo que baja en conjunto es «la valoración de los líderes políticos y de los grupos políticos, y eso tiene que ver con el clima crispado que se ve todos los días». «Y el motor y protagonista de esa crispación es el PP, aunque afecta a todos»