| Análisis | Los efectos |
Las consecuencias de pagar caro el dinero
Ingresos que ahora se destinan a otros bienes tendrán que cambiar de destino para pagar las hipotecas
El primer efecto de la declaración de intenciones realizada ayer por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, es el impacto psicológico que la noticia tiene entre el público europeo, sobre todo, entre quienes son titulares de una hipoteca o de cualquier otro tipo de crédito. A partir de diciembre se convertirá en un efecto real: tendrán que pagar más por el dinero que les han prestado los bancos. Ingresos que ahora se destinan a la adquisición de otros bienes tendrán que cambiar de destino para sufragar el encarecimiento de la hipoteca. El consumo es uno de los principales motores del crecimiento económico, y su ralentización acarrearía graves consecuencias en este capítulo. El Gobierno, sin embargo, se muestra favorable al incremento del precio del dinero. En palabras del vicepresidente económico, Pedro Solbes, una subida de tipos moderada y con vocación de estabilidad produciría un «enorme beneficio» para España, si bien éste se notaría más en el patrón de crecimiento que en las economías domésticas. Respecto a los riesgos, Solbes, sostiene que existen mecanismos para «suavizar» sus efectos en las rentas más débiles, al tiempo que recuerda que el ahorro de los españoles en términos de patrimonio ha aumentado, a pesar de que las cifras del Banco de España reflejan que el endeudamiento de las familias también ha subido en términos reales. Para Solbes, la decisión de elevar los tipos está en consonancia con las «necesidades del país». «Es cierto que podría haber una desaceleración inmediata en el crecimiento», ha reconocido el ministro de Economía y Hacienda, pero a cambio éste se equilibraría y tendría «una mejor composición en el futuro [...], con algo menos de consumo interno y de vivienda, más exportaciones y menos importaciones». La Comisión considera que el alto endeudamiento de las familias las hace muy vulnerables a cualquier variación en los tipos de interés, o en la tasa de empleo. Con todo, la demanda interna continuará siendo el año que viene y aún en 2007 motivo central del crecimiento económico español.