Washington reclama a España que no venda material militar a Venezuela

Estados Unidos elevó ayer el nivel de su presión sobre el Gobierno español para que no venda ocho barcos y 12 aviones militares a su bestia negra, el presidente venezolano, Hugo Chávez. El embajador norteamericano en Madrid, Eduardo Aguirre, expresó ayer su deseo de que la operación, valorada en 1.700 millones de euros, «a la larga no se llegue a efectuar». La razón es que lo que denominó como «venta inmensa» se convierta en «un factor desestabilizador para la región» del Caribe, que perjudique a países aliados de Washington, especialmente Colombia. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se limitó a decir que el cierre de la venta es ya «una cuestión entre empresas». Los astilleros públicos Navantia y la empresa aeronáutica Casa-EADS dan los últimos toques a los con-tratos, a pesar de la oposición de la Administración Bush, que amenaza con vetar la venta de los 12 aviones (10 de transporte C-295 y dos de patrulla marítima CN-235), porque llevan componentes tecnológicos estadounidenses, lo que hace necesaria la autorización de Washington. Aguirre dijo ayer que su Gobierno aún no ha tomado ninguna decisión en este sentido. Algunos especialistas consideran que los componentes podrían sustituirse por otros europeos, pero esto haría que la operación no fuera rentable, por lo que afirman que no podría llevarse a cabo sin la luz verde de EE.UU. El embajador venezolano en España, Arévalo Méndez Romero, mostró su «extrañeza» por las declaraciones de Aguirre, pues ya existe un acuerdo entre su Gobierno y Casa, que «ha dado todas las garantías de que los aviones irán bien equipados». Por lo que aseguró que su país hará caso omiso a las advertencias y la venta, la mayor operación de la historia de la industria militar española, seguirá adelante. «Hay suficiente tecnología en Europa para sustituirlos», dijo en relación a los sistemas estadounidenses incorporados a los aviones. El portavoz de Defensa del PSOE, Jesús Cuadrado, destacó que el material que se venderá a Caracas «no tiene carácter ofensivo». A las reacciones a las declaraciones de Aguirre se sumó también la embajada de Cuba en Madrid, que afirmó en un comunicado que las palabras del estadounidense demuestran «una absoluta falta de respeto y de las normas elementales de la diplomacia». Cuatro de los ocho barcos que está previsto entregar a Venezuela entre el 2008 y el 2012 se fabricarán en los astilleros de Cádiz. Los otros cuatro aún no se sabe dónde se construirán, aunque posiblemente sea también en Andalucía.