Felipe González advierte al PP de que crear crispación es un error histórico

Felipe González consideró que el proyecto de Estatuto de Cataluña «no está bien planteado ni realizado», pero se trata de «una propuesta» aprobada por el 90% del Parlamento de esa comunidad y, por tanto, «se tiene que debatir» en las Cortes y el Gobierno está en «su legítimo derecho de presentarlo». El ex jefe del Ejecutivo lamentó que la polémica suscitada por esta reforma estatutaria haya dado lugar a un clima de crispación política que puede considerarse el «más grave en los 30 años de democracia». El ex presidente del Gobierno señaló en una conferencia en Lisboa que la prueba más clara de la utilización de esta crispación por parte del PP «como arma política para todo» es que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero es «el primero al que se le niega el derecho de intentar acabar con el terrorismo». González advirtió que la política de crispación que practican los populares «es un error de dimensiones históricas, muy fácil de activar pero que cuesta mucho desactivar». El histórico líder socialista pidió «por favor» a los líderes de la oposición que recuerden que tienen como primera obligación «no poner en riesgo la convivencia tensando las relaciones, porque cuando la tensión se agudiza por arriba, en la base mucho más». Consideró que el verdadero problema de este debate «es el aumento de la visceralidad en las relaciones interterritoriales». González responsabilizó al PP de esta situación por la desconfianza que tiene esta formación en el funcionamiento de las instituciones, ya que «si se confía en las instituciones democráticas no se tendría que enarbolar el arma de la crispación». Consideró infundados los temores propalados por los populares sobre los riesgos que acarreará una aprobación del Estatuto de Cataluña porque España «es mucho más que los señores del PP que argumentan que el país se está rompiendo, me pregunto por dónde».