Las formaciones piden a las cajas de ahorros el 57% de sus préstamos
El PP exigirá que se investiguen las deudas bancarias de los partidos políticos
«Se trata de transacciones entre entidad financiera acreedora y acreditado en las que la primera renuncia parcialmente a sus derechos para poder hacer efectiva parte de su deuda, evitando dilatados procesos de ejecución con incierto final» Alegación efectuada en 1996 por el PP al Tribunal de Cuentas, que le recriminaba una condonación El 57% de la financiación bancaria de los partidos políticos españoles procede de las cajas de ahorros. Ese porcentaje casi duplica la ratio de los ciudadanos de a pie, que según el último boletín estadístico del Banco de España apenas tienen en manos de las cajas el 36 por ciento de sus créditos. El martes, coincidiendo con la presentación en las Cortes del dictamen anual del Tribunal de Cuentas, el Partido Popular pedirá que el órgano fiscalizador ponga en marcha una investigación especial sobre las deudas que los partidos mantienen con las entidades financieras. A 31 de diciembre del año pasado, los bancos mantenían saldos vivos de préstamo, avales o garantías con las cajas por valor de 77,8 millones de euros. La lista está encabezada por el PSOE, con 19 millones, seguida de IU (12,8), PSC (11), PNV (10) y Convergència (6). Entre el Partido Socialista y su franquicia catalana acaparan casi el 40 por ciento de la deuda total que las formaciones políticas tienen con las cajas. El Partido Popular, por su parte, parece decantarse por pedir sus créditos a los bancos, puesto que sólo debe a las cajas de ahorros 4,2 millones. Precisamente, estos datos son públicos a raíz de la entrada en vigor de la Ley de Transparencia aprobada por el Gobierno de José María Aznar en el último año de su mandato, según el cual las cajas de ahorros deben incluir en sus respectivos informes anuales de gobierno corporativo las operaciones mantenidas con partidos políticos con representación en ayuntamientos, diputaciones o parlamentos que participen en su proceso electoral. En su momento, las cajas exigieron que se aplicara la misma normativa a los bancos, pero el Partido Popular se opuso con el argumento de que no había representantes políticos en sus consejos de administración. Del análisis de estos informes -sólo seis de las 46 cajas españolas no facilitan estos datos en la información para inversores que tienen colgada en Internet- se puede concluir que La Caixa es, con diferencia, la entidad que más dinero presta a los partidos, con un 14,4 millones de euros, de los cuales casi la mitad corresponden al PSC. La segunda que mantiene un mayor saldo vivo en créditos a las formaciones políticas es la BBK (Bilbao Bizkaia Kutxa), que ha destinado un 80% de los casi 11 millones totales el PNV. Caixa Catalunya, Bancaja de Valencia, Unicaja de Málaga, Caja de Ahorros del Medi-terráneo (Alicante), Cajasur de Córdoba, El Monte de Huelva y Cajamadrid son las otras cajas a las que los partidos les deben más de 3 millones de euros. Garantías personales En los informes de gobierno corporativo, además de dar cuenta de los préstamos, las cajas tienen obligación de explicar las condiciones de éstos. El abanico de fórmulas es muy variado. Buena parte de los créditos se avalan con propiedades hipotecarias, aunque también es significativa la cantidad de préstamos con garantías personales. Respecto a los tipos, lo habitual es aplicar un bajo diferencial al Euríbor, de entre medio y un punto. La vinculación de los partidos con los órganos de dirección de las cajas es fuente habitual de suspicacias. La coyuntura política en que se encuentra una formación marca muchas veces el devenir de su situación financiera. Un ejemplo esclarecedor es el de ERC. En 1996, cuando estaban en la oposición, los independentistas lanzaron una campaña contra los peajes de las autopistas en Cataluña. Era, en la práctica, un enfrentamiento frontal con La Caixa, propietaria de la principal concesionaria catalana, y a la que ERC debía un millón y medio de euros. Durante años, la entidad aplicó severos intereses de demora -hasta el 24 por ciento, más un 11% de interés nominal, según fuentes de ERC- y la deuda se disparó hasta superar los cuatro millones. La llegada de Esquerra Republicana al poder le ha permitido zanjar problemas financieros. En diciembre pasado, La Caixa le perdonó los 2,7 millones de intereses y el principal del crédito fue renegociado a un 3 por ciento a pagar en diez años. Porcentajes de los créditos bancarios que las familias españolas tienen con las cajas de ahorro