Una ciudad bajo el control policial

Las autoridades han puesto en marcha un gran dispositivo de seguridad para la Cumbre Mediterránea de Barcelona, en el que participan 5.500 miembros de las fuerzas de Seguridad. En total, se desplegarán por las calles de la capital catalana 2.200 miembros de los Mossos d¿Esquadra -además de los 1.300 ya destinados en la capital catalana-, 1.700 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, 1.139 guardias civiles y 500 efectivos de la Guardia Urbana. Junto a la policía, más de 30 camiones militares y un centenar de soldados llegaron a Barcelona el jueves para participar en las tareas de vigilancia y seguridad de la Cumbre. En el arsenal destinado a los controlar zonas estratégicas figuran misiles tierra-aire, y aviones Awacs de alerta temprana de la Otan, que vigilarán el espacio aéreo. La reunión supuso también la suspensión temporal del Tratado de Schengen, que permite la libre circulación de ciudadanos de la UE por los países firmantes del acuerdo. La frontera con Francia está sometida a un control especial. En el terreno doméstico, las autoridades han tomado también medidas para regular el tráfico, como la instalación de un carril especial para las comitivas oficiales desde el aeropuerto hasta la zona donde se celebrará la Cumbre. Hay además restricciones en el tráfico en algunas vías a partir de las 10 de la mañana de este domingo, y la circulación de vehículos pesados quedó prohibida en zonas como la ronda litoral. Se prohibió asimismo el tráfico aéreo sobre el área que acoge la reunión, aunque las autoridades esperan que el tráfico aéreo comercial no resulte afectado y el aeropuerto funcione con normalidad. La consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, hizo un llamamiento al civismo.