Zapatero es «prudente y optimista» sobre el final de ETA tras el comunicado

José Luis Rodríguez Zapatero no pierde la confianza en que ETA renuncie a las armas. Tras el último comunicado de la organización terrorista, señaló que hay razones para tener «prudencia y optimismo». La polémica sobre la carta, sin embargo, no cesa. El secretario general del PP, lejos de retractarse de los vínculos entre ETA y la reforma estatutaria, se reafirmó en sus palabras y sostuvo que es evidente la relación entre el tripartito que gobierna la Generalitat y la organización terrorista. El presidente del Gobierno señaló desde Palma de Mallorca, donde presidió junto al primer ministro turco, Tayyip Erdogan, la primera reunión del Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones designado por la ONU, que siempre mantendrá «una actitud prudente y de optimismo» en el combate contra «cualquier expresión de violencia o de terrorismo, se produzca donde se produzca». Rodríguez Zapatero se mostró convencido de que «el futuro está del lado de la convivencia, de la paz y de la inmensa mayoría de la gente que no acepta ni aceptará jamás la violencia, el chantaje ni mucho menos el terrorismo». Destacó que en el grupo de trabajo para materializar la Alianza de Civilizaciones los expertos debaten acerca de la posibilidad de acabar con «cualquier terrorismo», pero no sólo con medidas represivas; también «con la iniciativa de las ideas, con la palabra, para que aquellos que puedan tener la tentación de ser sensibles a los mensajes de la violencia y del fanatismo queden del lado de la inmensa mayoría de los seres humanos, por la paz, por el respeto a los demás y por el combate frente a la violencia». Se negó a ir más allá en los cometarios y rechazó hablar de los calificativos que le endosó Mariano Rajoy por su «indignidad» en la lucha antiterrorista o de las palabras de Ángel Acebes con las que vinculó a ETA con la reforma estatutaria de Cataluña. El mutismo no fue emulado por el secretario general del PP, quien precisó que cuando relacionó a ETA con el Estatuto de Cataluña no pretendía «ofender a los catalanes» ya que el destinatario de su mensaje era el tripartito que gobierna la Generalitat, «uno de cuyos miembros, (Josep Lluis) Carod-Rovira fue a Perpignan a entrevistarse y dialogar con ETA».