Cuba pide que Bono rectifique por «relacionar a Fidel con Pinochet»
El gobierno cubano convocó el lunes al embajador de España en La Habana para expresarle su «malestar» por unas declaraciones del ministro español de Defensa, José Bono, durante su estancia ese mismo día en Caracas en las que aludió a Fidel Castro, según dijeron ayer fuentes diplomáticas. Con motivo de su visita ese día a la capital del país andino para la firma del contrato de la venta más importante de equipos militares de empresas españolas a Venezuela, Bono comentó, durante su alocución en el acto celebrado en el Palacio de Miraflores, que el presidente venezolano, Hugo Chávez, «no llegó al poder del mismo modo que llegaron, por ejemplo, Castro o Pinochet. Llegó por las urnas». Horas después, el ministerio cubano de Relaciones Exteriores (Minrex), Felipe Pérez Roque, convocó al embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, para expresarle su «malestar» por el comentario del ministro Bono, según las fuentes consultadas. Las relaciones entre Cuba y España atravesaron por una grave crisis durante el gobierno del conservador José María Aznar (1996-2004), pero se normalizaron tras la llegada al poder, en marzo del pasado año, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno impulsó una estrategia de acercamiento a La Habana que facilitó la normalización de las relaciones entre el gobierno de este país caribeño y la Unión Europea. Respuesta del Ministerio El Ministerio de Asuntos Exteriores señaló ayer por la mañana que no va a comentar la decisión de las autoridades cubanas de convocar al embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, por unas declaraciones del ministro de Defensa, José Bono, en Caracas, y subrayó que lo ocurrido es una situación «que se da con frecuencia» en las relaciones diplomáticas entre dos países cuando uno de ellos quiere expresar una opinión al otro por los cauces oficiales, según indicaron a la prensa fuentes diplomáticas. «No tenemos ningún comentario que hacer», señalaron las citadas fuentes, quienes se limitaron a decir que es una «situación usual» entre países y que se produce periódicamente en las relaciones internacionales cuando un país quiere expresar a otro una posición o malestar concreto. «Puede gustar más o menos o nada pero (el presidente venezolano) no llegó al poder como llegó Fidel Castro ni como llegó Pinochet», indicó Bono.