La idea de un PP sin Rajoy asusta

La crónica del jueves, tras el accidente de helicóptero de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, estuvo jalonada por suspiros varios y chistes, alguno, como el de Borrell , francamente desafortunado. «Pero no les ha sucedido nada, o poco más que el susto» decían los narradores. Primer suspiro hondo, de corte humano y solidario. «El helicóptero era de la Policía Local de Móstoles, pero pagado por la Comunidad de Madrid», se añadía. Segundo suspiro, también tranquilizador, pero en este caso de corte político. Inquietaba la hipótesis de que el aparato perteneciera a algún organismo gobernado por otro partido. A saber lo que se hubiera dicho, en ese caso, al conocerse que el mismo aparato ya había sufrido otro accidente anteriormente. Después del susto llegaron los chistes hasta en las Cortes. Una periodista le preguntaba a Puigcercós si no había estado por Móstoles aquella mañana. «Calla, calla. ¡Qué susto! Menos mal que no les ha pasado nada», respondía sobrecogido. Después, el propio Puigcercós bromeaba preguntando si su compañero de Esquerra Republicana, Joan Tardá, tenía tirachinas. En una reunión que se celebraba en Ifema se preguntaba un ponente cómo se las arreglaría la voz radiofónica del Episcopado para echarle la culpa a Zapatero. Otro empresario preguntó si el piloto era catalán, para despejar dudas. A media tarde circuló por las redacciones la hipótesis de que Rajoy pudiera ser gafe y se hizo memoria de los accidentes sufridos en su vida. Pero el chiste peor fue el de Borrell -«eso les pasa por ir a los toros en helicóptero»-, por el que tuvo que pedir disculpas personal y públicamente. La crónica del viernes fue la de los rumores. Algunas manchas negras en torno al aparato alimentaron la hipótesis del atentado con la que algunos, literalmente, soñaron en Madrid durante horas. En una cabina de montaje de Telemadrid se llegó a pasar mil veces la cinta en busca del objeto volador. Un periodista de la cadena declaró a La Voz: «Llegaron a investigar las imágenes incluso frame a frame (cuadro a cuadro) en busca de algo que permitiera sustentar que había una agresión contra el aparato». Los expertos creen que era una bolsa de plástico negra que voló por la propia corriente de aire generada por las aspas, e incluso un aspa la partió en dos. Pero la crónica de fondo de este fin de semana, después de lo sucedido, recoge la alarma generalizada por una eventual desaparición de Rajoy al frente del Partido Popular. Por más que el líder del PP parezca haberse sumado en las últimas semanas a la estrategia de confrontación dura que dicta la FAES de Aznar , todavía se conserva entre los consultados la esperanza de que «el Rajoy de centro reaparezca en algún momento y centre el partido». El más rotundo es un militante del PP catalán que ha ocupado algunos puestos relevantes: «Sin Mariano, Acebes y Zaplana acabarían por meter el partido en la extrema derecha, sin contemplaciones». Este militante, uno de los más conocidos del PP en Cataluña por su anterior actividad profesional, anunció a La Voz que está abandonando la militancia. Lo hace con discreción, dada su popularidad. «Puedo entender el cálculo de que, por cada voto que pierden en Cataluña, ganan tres en el resto de España, gracias a esta desmesura, pero yo soy catalán y esto se hace contra mi país. No puedo admitirlo sin inmutarme». Sucesión gallega Entretanto, en Madrid se generaliza la idea de que Alberto Núñez Feijoo será el sustituto de Fraga y que, mediante un pacto con Barreiro , preservará la unidad del partido. Si Baltar no dispone lo contrario, claro. Feijoo es bastante conocido en la capital por haber ocupado las presidencias de Correos y del Insalud, lo que le ha valido ataques por considerarlo un paracaidista en Galicia. «Solo estuve siete años en Madrid, y el resto de mi vida política la pasé aquí», comentó a La Voz. Es prudente y no canta victoria -«y si al final se pierde, no pasa nada»-, y coincide con Barreiro en que «los pronósticos son difíciles, porque aquí hay mucha picardía». Que se lo digan a Cuíña , que se creyó todas las adhesiones verbales. En Madrid se sabe también que Núñez Feijoo, presunto ganador, decidirá el futuro de Fraga porque así lo declaró a este periodista en una entrevista de televisión difundida en la capital de España. «Haré lo que diga mi sucesor y, por tanto, me quedaré en Galicia hasta agotar la legislatura, o iré a Madrid, si así lo prefiere. Cumpliré mi mandato, pero no volveré a ser candidato», declaró Fraga. Apoyo importante Núñez Feijoo se convertirá, de paso, en un apoyo importante para Rajoy, que a veces ha dado la sensación de estar aislado en la dirección de su partido, con poco más que algunos leales de siempre, como Ana Pastor y Jorge Fernández Díaz . Será una buena noticia también para Josep Piqué , que aguanta el temporal como puede. La última se la ha gastado Mayor Oreja al relacionar ETA con el Estatuto catalán. El Parlamento catalán no se querellará finalmente contra Mayor Oreja gracias a que los socialistas catalanes han impuesto su criterio de que sería echar más leña al fuego. Con ese cuadro escénico, con Aznar en plena actividad declarando que España está en grave peligro, y con manifestaciones convocadas cada quince días, no es extraño que el accidente de Mariano Rajoy haya estremecido también políticamente. Sólo él sabe lo que le proponen, lo que es capaz de evitar y dónde andaría el Partido Popular ahora mismo sin su presidencia. Dios pasaba por Móstoles aquella mañana.