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Prisiones podrá controlar a los presos de tercer grado vía satélite

Publicado por
M. Sáiz- Pardo - madrid
León

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La confianza de Instituciones Penitenciarias en los sistemas vía satélite para controlar a los violadores parte del éxito de las pulseras de supervisión telemática que usan algunos reclusos en tercer grado o régimen de semilibertad. Desde que en diciembre de 2001 esta tecnología comenzara a implantarse bajo la administración del Partido Popular, 2.064 internos han llevado estas pulseras en sus salidas de la cárcel y sólo dos internos han violado su condena mientras portaban el dispositivo. Las pulseras, que como proyecto piloto se comenzaron a ensayar en 2000 en el centro abierto Victoria Kent de Alicante, ahora son habituales en 50 cárceles dependientes del Ministerio del Interior. En la actualidad, por las calles españolas deambulan 580 reclusos que llevan estos dispositivos en sus muñecas o en sus tobillos. En torno al 17,5 por ciento de los reclusos que en los últimos años han accedido al tercer grado ha logrado su régimen de semilibertad a cambio de permitir ser controlados. Paradero desconocido Las pulseras, a diferencia del GPS de los violadores, no permiten saber dónde se encuentra el preso en cada momento, pero sí les obligan a estar a determinadas horas en sus domicilios. La pulsera, que es irrompible y que no se puede separar del cuerpo sin que salten las alarmas, emite una débil señal que sólo es detectada por un receptor que se encuentra en la vivienda del interno si éste se encuentra muy cerca, dentro de la casa. Este dispositivo notifica, a través de la línea telefónica fija, que el interno se encuentra en su domicilio a las horas establecidas.