Maragall afirma que Cataluña tiene «identidad nacional»
El presidente de la Generalitat pronunció este lunes un discurso institucional con motivo del Día de la Constitución y e aseguró que Cataluña es «una nación» y, al mismo tiempo, admitió que tiene «una identidad nacional». De esta forma Pasqual Maragall aceptó por primera vez la fórmula alternativa que el Gobierno central propuso a los partidos catalanes para modificar el término «nación» en el articulado del estatuto. Un día antes de que las instituciones conmemoren el XXVII aniversario de la Carta Magna, el jefe del Ejecutivo autonómico respaldó que Cataluña es «una nación» porque tiene «identidad nacional, personalidad propia, lengua, cultura y derecho civil propio». En su discurso, un día después de recalcar que ninguna presión le hará vacilar en la negociación, solicitó «respeto» a la propuesta y también a las instituciones autonómicas y a la forma que tienen de interpretar la Constitución. Tras afirmar que el estatuto está redactado con «sentido de Estado», Maragall manifestó su voluntad de que Cataluña comparta un proyecto común con «los pueblos» de España porque, apuntó, «nuestro espíritu es fraternal y respetuoso». Financiación de servicios No obstante, puntualizó que o el nuevo texto sirve para financiar los servicios, para conseguir una mayor calidad de vida, aumentar la seguridad, afrontar mejor el fenómeno de la inmigración y garantizar la cohesión social, «o no valdría la pena» reformarlo. Además, en su XXVII aniversario, planteó la necesidad de reformar la Constitución para que no se convierta en «un objeto de culto que petrifique un momento histórico». La situación de España, explicó, es distinta a la de hace un cuarto de siglo y es preciso »adaptarla a las nuevas realidades». «Los sueños compartidos cuando votamos la Constitución todavía no se han cumplido del todo», recalcó Maragall y recordó que las esperanzas de 1978 eran la libertad, la democracia, la autonomía y el progreso social, hoy «realidades incontestables y maduras». En aquel año, destacó, «depositamos una semilla. En tierra fértil. Ahora es necesario que reconozcamos los frutos y sepamos adaptarlos a las nuevas realidades».