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PASO A PASO

El proceso es sencillo, gratuito y reversible Muchos más donantes de órganos

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León

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La decisión de donar el cuerpo para la docencia y la investigación académica debe ser considerada como una constribución vital para la comprensión y avance de la ciencia médica en general. Los pasos para hacerlo son muy sencillos y no requieren ni siquiera el desplazamiento del interesado hasta la universidad que recibirá el cadáver cuando suceda el fallecimiento, además de ser gratuitos y reversibles si se cambia de opinión. Dónde. Si quiere ser donante y está en León las facultades de Medicina más cercanas que reciben cuerpos son Valladolid y Salamanca. En el primer caso, el contacto es el departamento de Anatomía y Radiología, en la calle Ramón y Cajal, número 7 (47005). El teléfono es el 983 423 000. Para donar el cuerpo a la facultad de Salamanca hay que escribir por correo ordinario al Departamento de Anatomía e Histología Humanas, Campus Universitario Miguel de Unamuno. El teléfono de contacto es 923 294 547. Quiénes pueden. Toda persona mayor de edad puede donar su cuerpo. Hay que tener en cuenta que es un acto desprovisto de cualquier compensación económica. Sólo tienen prohibida la donación aquellas personas que padezcan una enfermedad contagiosa. Cómo se hace. Se firma por duplicado un contrato o declaración jurada en presencia de uno o dos testigos, dependiendo del centro. En éste se recogen los datos personales y el consentimiento del donante. Cuando ya se es donante. Una vez concedido el carné de donante, las universidades se hacen cargo de todo que tenga que ver con el traslado del cuerpo. Si la familia finalmente se opone, la donación no se hará efectiva. Frente a la escasez de cuerpos cedidos a la ciencia, se da la paradoja de las numerosas donaciones de órganos registradas anualmente en León, que la convierten en la provincia más activa de la comunidad en este sentido. Las 20 donaciones de órganos que se realizaron en los hospitales de León y Ponferrada casi cudriplican los seis ciudadanos que han donado su cadáver a la docencia y la investigación. Según los expertos consultados, esta diferencia se debe a la persistencia del culto a la muerte, sobre todo en las zonas rurales, que de algún modo rechaza la posibilidad de donar un cadáver para que sea estudiado y para que sirva de práctica en el aprendizaje de la medicina. Valladolid y Salamanca, por ejemplo, contrastan notablemente con las elevadas donaciones de extranjeros en el Levante español.