Los expulsados afirmaban en una carta que «nuestra estrategia ha sido superada por el enemigo»
ETA explusa a seis ex dirigentes presos por pedir el abandono de las armas
La banda califica su actitud como «una falta de confianza, de respeto y un menosprecio»
ETA ha expulsado de forma «definitiva» de la organización criminal al ex jefe militar Francisco Mújica Garmendia, Pakito , y a otros cinco dirigentes históricos y militantes de la banda que el verano de 2004 dirigieron una carta a la dirección de la organización terrorista, filtrada a la prensa hace un año, en la que piden el abandono definitivo de las armas. Los expulsados, la mayor parte de ellos presos en la cárcel gaditana de Puerto II, son Pakito , integrante del colectivo Artapalo que dirigió ETA entre 1987 y 1992; Iñaki Bilbao, Iñaki de Lemona, hombre de confianza de Pakito y su sucesor durante pocos meses; Iñaki Arakama Mendía, Makario , interlocutor en las negociaciones de Argel y condenado a miles de años por sus asesinatos en el comando Madrid de los ochenta; Carlos Almorza, Pedrito de Andoain , ex responsable de la red de extorsión (impuesto revolucionario); y los colaboradores Koldo Aparicio y Kepa Solana. Mal momento de la banda La carta colectiva que desencadenó las depuraciones indicaba que «nunca en la historia de esta organización nos hemos encontrado tan mal» y que «nuestra estrategia político-militar ha sido superada por la represión del enemigo», de lo que los firmantes concluían que «esta lucha armada que hoy desarrollamos ya no sirve» y que los esfuerzos debían centrarse en «la lucha institucional y de masas» de la izquierda abertzale . La decisión de la dirección de ETA, dada a conocer en el Zutabe de diciembre (su boletín oficial), según recogió ayer el Diario de Noticias , señala que, tras un proceso de recogida de información y de consultas internas, sólo se puede calificar la actuación de los seis reclusos como «grave» y de «falta de confianza, menosprecio y falta de respeto a la organización» terrorista. El texto dice que, con «una falta de disciplina clara», los expulsados «se han esforzado en organizar fuerzas y crear opinión contra el sentido y la línea de actuación» de ETA, que han dado «al enemigo la oportunidad de hacer público el tema», y que de forma «consciente y organizada» han violado «la normas de funcionamiento» interno. El anuncio confirmó que los expulsados ya fueron «suspendidos de militancia» durante la primavera pasada, mientras se investigaba la gravedad de su actuación, y que a partir de ahora sus «opiniones» deberán considerarse ajenas a ETA y hechas «en su propio nombre». Varios precedentes La expulsión de ETA de los seis ex dirigentes se suma a una amplia lista de miembros de la organización que han sido sancionados de diferente forma por la banda terrorista. El caso más destacado de disidencia pagada con su vida fue el de María Dolores González Catarain, Yoyes , que fue asesinada el 10 de septiembre de 1986 en Villafranca de Ordizia (Guipúzcoa) tras reinsertarse pese a la negativa de la organización. A finales de 1991, los presos Isidro Etxabe y Jon Urrutia criticaron a la banda en conversaciones privadas y en 1992 ambos se acogieron al tercer grado penitenciario, por lo que fueron expulsados de la organización seis meses después. El 20 de noviembre de 1993, el dirigente de ETA José Luis Alvarez Santacristina, Txelis , expresó su renuncia a las actividades terroristas en una carta remitida a la organización, en la que abogó por emplear la vía política. ETA le obligó a no hacer públicas sus ideas sobre la lucha armada, pero él rompió su silencio en junio de 1998 con la publicación de una carta a favor del abandono de las armas y, como los dos anteriores, fue expulsado de la organización en septiembre. El asesinato del diputado del PP Miguel Angel Blanco en julio del 97 fue criticaso por parte de algunos presos.