No niega que se negocie la venta de aviones militares con Angola
De la Vega llama malentendidos a las?diferencias?de?Bono?y Moratinos Oposición y socios tachan de graves las discrepancias Nigeria presionará a otros países para que firmen con España la devolución de indocumentados
La vicepresidenta primera defiende la coordinación de los dos ministerios y el Gobierno
El Gobierno redujo ayer a simples «malentendidos» las abiertas discrepancias entre los titulares de Asuntos Exteriores y de Defensa, Miguel Ángel Moratinos y José Bono, sobre una supuesta venta de aviones militares de transporte a las Fuerzas Aéreas de Angola. La vicepresidenta Maria Teresa Fernández de la Vega aseguró, en todo caso, que el cruce de afirmaciones y desmentidos entre los dos ministros no afecta a las políticas del Ejecutivo, que «son absolutamente acordes y coordinadas». Fernández de la Vega, que alabó la tarea de ambos ministros «en su ámbito de competencias», hizo lo posible por no dar ni quitar la razón a ninguno de ellos. Sí dio a entender que de momento no hay ninguna operación comercial cerrada con el país africano. Y recordó además -como ya hizo el propio Moratinos el pasado miércoles, cuando dio la noticia que desató la polémica- que cualquier acuerdo tendrá como protagonistas a empresas privadas más que al propio Ejecutivo. Aún así, prometió que el Gobierno informará de forma puntual y «en su momento», en caso de firmarse un contrato. La vicepresidenta primera, encargada de la coordinación del gabinete, aseguró que ni el Consejo de Ministros de este viernes trató el asunto (entre otras cosas porque Moratinos sigue fuera de España) ni hay intención por su parte ni por la de José Luis Rodríguez Zapatero de darle mayor trascendencia. Y eso que no es la primera vez que la «peculiar» relación entre ministro de Defensa y el jefe de la diplomacia española pone en una situación difícil al Ejecutivo. La última y más sonada tuvo lugar el pasado noviembre, cuando Bono vendió como logro personal el compromiso alcanzado por Moratinos con la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal, de no autorizar la ejecución del preso español Francisco Larrañaga. Posible venta «A veces hay malentendidos que se aclaran hablando y tendrán que hacerlo ellos -aseveró Fernández de la Vega- no precisan de nadie más». Fuentes del Gobierno apuntan que el origen de este último conflicto está en un encuentro informativo del director general de política Exterior para África con los medios de comunicación en el que se habló del interés mostrado por ministro angoleño del ramo, Joao Bernardo de Miranda, en la compra de aviones militares. Eso, apuntan, provocó las preguntas de los periodistas al Moratinos y su respuesta. De hecho, Moratinos no dijo que la operación estaba cerrada. Simplemente, explicó que el Ejecutivo español y el angoleño negocian una
de aviones C-95. Algo que Fernández de la Vega no desmintió. En lo que no entró la vicepresidenta primera es en si había o no había previsto un viaje de Bono al país africano, como mantiene el titular de Exteriores, a pesar del desmentido del propio interesado. De la Vega se limitó a destacar que en este rifirrafe hay más ruido que nueces. No en vano, la afirmación de Moratinos de que, tras la visita del ministro de Defensa angoleño a España, estaba pendiente la del español a Angola no se contradice con la de Bono: hay una invitación del Gobierno del país africano que fue «agradecida y aceptada protocolariamente». Lo que no casan son adverbio «próximamente» empleado por el jefe de la diplomacia española y la rotundidad de su compañero de gabinete, que aseguró que no prevé responder al convite «ni en el 2005 ni en el 2006». «Los dos son muy buenos ministros» Rodríguez Zapatero Presidente del Gobierno El Partido Popular recriminó ayer al Gobierno el enfrentamiento público entre el jefe de la diplomacia y el ministro de Defensa. Su secretario general, Ángel Acebes, calificó la situación de «muy grave» y su portavoz en la comisión de Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, advirtió de que el «espectáculo triste y patético» dado por Miguel Ángel Moratinos y José Bono debilita la posición de España y contribuye a difundir en el extranjero la imagen de un Ejecutivo inestable. En la crítica coincidió también el socio parlamentario de los socialistas y coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero que «afine la orquesta». Llamazares señaló que el Ejecutivo no se puede ver afectado por pugnas internas. El Gobierno de Nigeria presionará a otros países subsaharianos generadores de emigración para que firmen convenios que permitan repatriar a sus nacionales cuando entren o residan en España de forma ilegal. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, logró este viernes ese compromiso tras reunirse en Abuja con el presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, y su homólogo, Oluyemi Adeniji. España ofreció a cambio acoger de forma legal a mano de obra nigeriana y el perdón de parte de la deuda. El Gobierno quiere que estas presiones fructifiquen en acuerdos con Mali, Níger, Burkina Faso y Guinea Conakry -con los que no hay convenios sobre flujos migratorios- similares al que hay en vigor con Nigeria, que Moratinos definió como «modélico». Desde su firma en el 2001, unos 3.500 nigerianos sin papeles fueron repatriados en sesenta vuelos fletados por el Ministerio del Interior. Moratinos y su colega nigeriano confirmaron al término de su reunión que Nigeria intentará «exportar» esa idea a otros países «particularmente a los vecinos», constató el ministro Adeniyi.
Desorden migratorio El Gobierno confía en la capacidad de Nigeria para influir en la región por su importancia política y económica y porque padece las consecuencias del actual desorden migratorio, pues a su vez recibe cada año a miles de inmigrantes del resto de África atraídos por su riqueza. El ministro español aseguró que ambos gobiernos estudian ahora «en qué países podemos actuar» y trabajan «aplicando ideas para contratar legalmente y facilitar la llegada legal de trabajadores nigerianos a España».