La torre de ladrillo, tapial y tejas de colores recibe 60.000 euros

Una ayuda de 60.000 euros desembolsada al 50% por la Consejería de Fomento y el Instituto Leonés de Cultura ha rescatado esta zona del templo que está muy en relación con el artesonado. Sin embargo, según las estimaciones municipales, faltan otros 22.000 euros para concluir la restauración de la torre con la adecuación de la sala de acceso a la torre. El agua que se colaba por la estructura de madera que cubría la torre amenazaba seriamente sus muros aparejados con una mezcla de tapial, barro y ladrillo. Pese a su anchura, de un metro de espesor, presentaban pérdidas del 50% en algunas partes por lo que la restauración se empleó a fondo en retacar los huecos pero dejando ventilación por dentro para evitar su deterioro. La estructura de madera que soportaba la cubierta tuvo que ser sustituida por una metálica realizada en taller, pues rehacerla con el material original suponía correr el riesgo de que se partiera al ser montada. La nueva cubierta se colocó sobre un zuncho -abrazadera de hierro- que ata la torre entera. Ahora es el peso de la cubierta el que sujeta -como en un castillo de naipes- los muros de la torre, según explica el arquitecto municipal. También se sustituyó la tosca escalera de acceso y los niveles del suelo para tocar las campanas, estos últimos realizados con madera. La veleta tuvo que ser reemplazada, excepto la parte superior, y en cuanto a las tejas policromadas pudieron ser aprovechadas la mitad de las viejas -que corresponden a diferentes épocas- mientras que las otras tuvieron que ser encargadas a dos alfares de León (San Cibrián) y Valladolid (Portillo) que las realizaron de forma artesanal, señala el contratista, de la empresa local Construcciones Garceca. La Junta Vecinal y el Ayuntamiento han aportado 12.000 euros para recuperar las campanas.