León es la tercera provincia con menos bienes culturales protegidos
León es la provincia que menos bienes de interés cultural tiene reconocidos por la Junta de Castilla y León detrás de Zamora y Ávila. Si en la provincia leonesa el número de monumentos es actualmente de 149, en Zamora no pasan de 110 y en la provincia de abulense son, según datos de la Dirección General de Patrimonio, de 120. En cambio, la provincia de Burgos tiene reconocidos 362 edificios, zonas arqueológicas o paisajes naturales como bienes de interés cultural. Con esta cifra es la provincia de Castilla y León que cuenta con más patrimonio protegido por la administración autonómica y, por tanto, candidato a las ayudas de la Consejería de Cultura para la restauración de bienes culturales. Soria (236), Salamanca (206) y Valladolid (173) siguen a la provincia burgalesa en riqueza cultural reconocida oficialmente. Por delante de León figuran también las provincias de Palencia (162) y Segovia (151). En León, en los últimos quince años se han declarado 36 bienes de interés cultural, entre ellos varias iglesias como la de San Martín de Valdetuéjar, la parroquial de Suárbol o las villafranquinas de San Nicolás, San Francisco de Asís y Santiago. Las iglesias de San Julián, en Robles de Laciana, San Juan de Montealegre y Lois fueron declaradas bien de interés cultural entre 1992 y 1994, al igual que el templo parroquial de Dehesas (Ponferrada). Puede decirse que en los últimos años, los reconocimientos se han realizado a cuenta gotas. Así durante el 2004 sólamente fue reconocida como Bien de Interés Cultural en la provincia de León la iglesia de San Nicolás de Villafranca del Bierzo, en el 2003 no figura ningún monumento de la provincia de León y en el 2002 únicamente las incorporaciones al patrimonio protegido de los poblados de Campo del Agua, las Valiñas y el Regueral como conjuntos etnográficos, una figura escasamente reconocida en los hórreos y pallozas de Picos de Europa y la sierra de Ancares. Los monumentos con más antigüedad en lo que respecta a su protección son la catedral de Santa María de León (1844) y el convento de San Marcos (1845). También destaca la lentitud en la aprobación de expedientes que, como el la ciudad astur-romana de Lancia, se inicia en 1979 y no se aprueba hasta 1994.