Un caso que sigue vivo
El 9 de abril del 2001, lunes, la pequeña Phoebe Lyle, de tres años, resultaba herida de carácter grave como consecuencia de un atropello en la carretera LE-311, León-Coyanzo, a la altura de Felmín. El conductor del vehículo se dio a la fuga con la excusa de ir a buscar auxilio. Los efectivos del Giat junto a los compañeros de otras unidades iniciaron la investigación para resolver este accidente, aunque sin resultados positivos por el momento. A fecha de hoy, los agentes de la Guardia Civil todavía no se han olvidado del tema y continúan trabajando en el mismo. Por este motivo, y con el objetivo de progresar en su labor para conseguir la detención del presunto autor del atropello, la Guardia Civil solicita la colaboración ciudadana de todos aquellos que tengan algo que aportar, por mínimo que les parezca. Para ello tienen a su disposición el teléfono 062 en el que serán atendidos. La confidencialidad sobre los datos aportados y la identidad de quien los facilitó está asegurada. La Guardia Civil tendrá en cuenta todas aquellas aportaciones relativas a comentarios que se hayan podido escuchar sobre el accidente, vehículos con desperfectos provocados supuestamente por este incidente o que fuesen reparados de forma sospechosa. El punto de partida es que se trata de un coche de la gama más baja de cualquier marca. La pequeña Phoebe paseaba en compañía de su familia y de unos amigos por el punto kilométrico 37,800 en el término municipal de Vegacervera, cuando sobrevino el percance. En un primer momento fue trasladada al Hospital de León para a continuación, y debido a la gravedad de sus heridas, llegar a la UVI del Hospital Materno Infantil de Asturias, en Oviedo. Sus padres, Jane y Robert, declararon a este periódico que «está en un coma muy severo, la respuesta es mínima». Casi un mes después, una vez superado el coma, Phoebe fue llevada en un avión medicalizado al hospital infantil «Royal Victoria» de Belfast. En ese momento, fuera de peligro, tenía dificultades para respirar y de cuello hacia abajo estaba paralizada.