La nicotina adhesiva

Nada de ponerse un pitillo en la boca. Mejor, como primer intento para dejar el hábito de fumar, se puede cambiar el cilindro de papel, tabaco, nicotina y otros cientos de aditivos, por un parche. En definitiva, el resultado es similar, el cuerpo absorbe la nicotina a la que se ha acostumbrado y se elimina ese gesto de llevar la mano a la boca que los fumadores repiten más de doscientas veces al día. Los médicos aseguran que los tratamientos sustitutivos con nicotina -consistentes principalmente en el uso de parches cutáneos y chicles también de nicotina- están entre los más habituales para dejar de fumar. Frente a otros productos que actúan en el sistema nervioso, los parches lo que buscan es cubrir de forma estable las necesidades de nicotina del fumador para que, en consecuencia, no sienta la necesidad de llevarse un cigarro a la boca. Poco a poco, esa dosis de nicotina se puede ir reduciendo hasta que el cuerpo no la eche en falta. «Al fumar se alcanza un pico de nicotina en la sangre y es ese pico, ese máximo, el que marca la adicción al fumador», explica Héctor Verea, jefe de Neumología del hospital Juan Canalejo de A Coruña, y añade que con los parches se producen unos niveles planos, constantes que acaban con estos pico su provocan la tentación de encender otro cigarrillo. Los parches, una de las primeras técnicas comercializadas para dejar de fumar, han evolucionado considerablemente. La mayor parte de los que se comercializan en la actualidad liberan lentamente la nicotina con lo que la persona no sufre cambios bruscos en su organismo si se cumplen las pautas y se cambian cada día. Además, se venden con distinta cantidad de nicotina en función de las necesidades de cada fumador, con la ventaja de que el coste del tratamiento equivale, más o menos, al dinero que se gastaría en comprar tabaco el mismo período. Los médicos aseguran que los parches, que pueden po-nerse en cualquier parte del cuerpo, son efectivos, con un éxito de entorno al 40% en el plazo de tres o cuatro meses (período que oscila en función del hábito de fumar. de cada persona. Como explica Héctor Ve-rea, el éxito aumenta cuando se cuenta con la ayuda médi-ca, que estimula a seguir el tratamiento y a superar los momentos de crisis. «De todos modos, la determinación de querer dejarlo es lo más importante, esencial para que un método tenga éxito», insiste Verea. DÍAS para la entrada en vigor de la ley antitabaco VENTAJAS Los tratamientos sustitutivos con nicotina no tiene apenas efectos adversos. EFICACIA 40% de quienes lo intentan.Sube al 50% si cuenta con ayuda de un médico. DURACIÓN Unas 10 semanas. PRECIO Unos 200 euros.