El PSOE se reconcilia con el gobierno de Ibarretxe después de siete años

El Partido Socialista de Euskadi y los nacionalistas vascos comenzaron a desandar el camino de agravios y enfrentamientos que les ha distanciado en los últimos siete años. El punto de encuentro fue el proyecto de Presupuestos de 2006, al que los socialistas vascos retiraron su enmienda de totalidad gracias al acuerdo alcanzado a última hora con el Gobierno vasco. El pacto permitirá que las cuentas se aprueben el próximo 29 de diciembre, a cambio, éstas incluirán algunas propuestas del PSE en materia social y cuyo valor asciende a 250 millones de euros. Que algo se está moviendo entre el nacionalismo vasco y los socialistas parece fuera de toda duda. Dos hitos consecutivos lo confirman: el respaldo del PNV en el Congreso a los Presupuestos del Gobierno de Rodríguez Zapatero, y el gesto recíproco del PSE de respaldar el proyecto de cuentas públicas del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe en la cámara de Vitoria. Eso sí, unos y otros dicen que cada acuerdo es autónomo y no guardan relación entre sí. La vicepresidente primera, María Teresa Fernández de la Vega, precisó tras el Consejo de Ministros que ambos pactos son «independientes» y responde a «la autonomía» de las fuerzas políticas para llegar a entendimientos en ámbitos distintos. Una nueva etapa Pero también es cierto que socialistas y nacionalistas admiten que se ha abierto «una nueva etapa» en sus relaciones. De hecho, la vicepresidenta primera situó el pasado miércoles en el Congreso al PNV como uno de los aliados parlamentarios del Gobierno, en el mismo nivel que Esquerra Republicana de Catalunya o IU. El clima de Madrid se trasladó a Vitoria, y el PSE dio el paso, impensable hace un año, de respaldar los Presupuestos del Gobierno vasco para 2006. La última vez que el Ejecutivo autonómico cerró un acuerdo para aprobar las cuentas fue en 1998 para el ejercicio de 1999, en aquellos momentos el PSE estaba dentro del Gobierno autonómico, del que saldría poco después al comprobar los contactos y acuerdos del PNV con Batasuna. El respaldo socialista permitirá además que el Gobierno tripartito que preside Ibarretxe no tendrá que apoyarse en los nueve parlamentarios del Partido Comunista de las Tierras Vascas, la formación para la que Batasuna pidió el voto en las elecciones autonómicas de abril último, un respaldo que para el PNV es siempre un «regalo envenenado».