Varios informes de Interpol alertan de que sólo es cuestión de tiempo que atenten en Europa
Interior investiga a veinte grupos salafistas instalados en España
La Policía tiene bajo vigilancia a cien activistas de las cinco ramas salafistas más violentas
Los grupos islamistas de origen argelino instalados en la península se han convertido en la nueva «pesadilla» para los servicios de Información de la Policía y la Guardia Civil. Las fuerzas de seguridad mantienen abiertas más de 20 investigaciones simultáneas sobre redes salafistas escindidas desde hace una década del sangriento Grupo Islamita Armado (GIA) y que están asentadas en Cataluña, Levante, Murcia, Andalucía y Madrid, principalmente. Una de cada cuatro operaciones en marcha sobre células integristas está relacionada con estas organizaciones, que en España se dedican sobre todo a la infraestructura, acogida de activistas huidos y recaudación de fondos (a través de robos y falsificación de tarjetas) para acciones terroristas, por ahora sólo en suelo argelino, marroquí y mauritano. Varias ramas salafistas Según mandos de la lucha antiterrorista, por el momento hay localizados un centenar de activistas y simpatizantes de cinco ramas salafistas diferentes: el Grupo Salafista para Predicación y el Combate (GSPC), el más importante y numeroso; el Grupo de Protectores de la Corriente Salafista (GPCS); los Defensores de la Predicación Salafista (DPS), el Grupo de Partidarios de la Corriente Salafista (GPsCS); y el Movimiento Salafista Yihadista (MSY). Desde que a raíz de los atentados del 11-S se disparan en España las operaciones anti-islamistas, una decena de grupos salafistas han sido desmantelados en el país, dos de ellos sólo en las dos últimas semanas. No obstante, los analistas del Ministerio del Interior creen que en estos cuatro años otra decena de redes de apoyo a los terroristas argelinos se habrían creado en territorio nacional. Los cinco grupos cuya presencia en España está confirmada nunca han intentado atentar en Europa, aunque son varios los informes de Interpol y Europol que en los últimos meses han advertido de que el GSPC, sobre todo, forma parte desde hace dos años de la estructura internacional de Al Qaida y que es sólo cuestión de tiempo que este tipo de «células durmientes» terminen por despertar en el Viejo Continente. Aunque estas redes nacieron y atentan principalmente en Argelia, no están formadas exclusivamente por ciudadanos de este país. Los servicios de Información han localizado activistas procedentes de Marruecos, Túnez, Mauritania, Nigeria y Mali. Las fuerzas de Seguridad estiman que entre el 70 y el 80 por ciento de estos islamistas radicales «trabaja» para el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, en particular para allegar fondos a la «rama oficial» de esta organización que dirige Abdelmalek Durkdal, Abu Mosab Abdeluadud .